El inspector de ITF José Manuel Ortega iniciará en pocos días el proceso de embargo del otro buque retenido, el ‘Orobica’
La inspección de la ‘International Transport Workers Federation’ (ITF) para Andalucía, Ceuta y Melilla ya tiene conocimiento de la situación en la que se encuentra el carguero ‘Chariot’, retenido en el Puerto de Ceuta desde el 19 de noviembre por impago salarial a sus trabajadores que suma ya cinco meses. Sin embargo, tal y como explicó el inspector de ITF, José Manuel Ortega, los seis tripulantes del carguero todavía no han querido emprender ningún tipo de acción legal contra el armador, pues prefieren seguir esperando porque confían en que éste les terminará abonando los cinco meses de salario que adeuda. Una cuantía que, según indicaron los propios tripulantes, asciende a 100.000 dólares.
De todos modos, tras tener conocimiento de la situación de este buque, responsables de la Federación de Transportes de UGT en Ceuta y de la organización Cruz Blanca les visitaron hace unos días para ponerse a disposición de los tripulantes y ofrecer, en caso de ser necesario, su ayuda. “Estamos esperando que los compañeros de ITF en Rusia, pues la compañía que opera el ‘Chariot’ tiene base en San Petesburgo, nos remitan más información sobre este caso”, informó Ortega.
Una historia mucho más avanzada es la del ‘Orobica’, buque tanque con bandera de Malta que desde septiembre se encuentra atracado en el Muelle de España. “Hemos estado en contacto con la compañía italiana que operaba el buque, llamada ‘Euragemp’, quien nos dijo que estaban esperando obtener un crédito bancario que, por el momento, no han conseguido”, explicó el inspector de ITF. Después, expuso, se reunió con los 15 tripulantes ucranianos, de los cuáles uno se ha marchado ya por cuestiones personales, y estos decidieron que querían emprender una acción legal para intentar recuperar su salario. Por este motivo, ITF está ultimando la documentación para que se inicie el proceso de embargo del buque en nombre de los tripulantes. Previsiblemente, cuando la demanda sea aceptada en el Juzgado de Ceuta, los tripulantes regresarían a Ucrania. “Su vida está paralizada por completo, si bien de momento no han tenido necesidad de comida”, dijo Ortega. La deuda asciende a unos 304.000 dólares, cifra que se incrementa día a día. “La nómina total de la tripulación asciende a unos 61.000 dólares mensuales”, cuantificó Ortega.
Hay que destacar que el ‘Orobica’ es un barco casi nuevo, pues solo tiene cuatro años y cuenta con un buen mantenimiento. Por ello el embargo del buque no implica, necesariamente, que el barco se quede en Ceuta indefinidamente ya que podría salir a subasta o tener un comprador con relativa facilidad. De todos modos, experiencias pasadas hacen pensar que, tras la demanda de embargo preventivo que suele ser relativamente rápida, el proceso judicial de reclamación de cantidades y ejecución de sentencias suelen demorarse bastante, “como casi todos los procesos mercantiles en nuestro país”. Ortega también hizo hincapié en que “cada caso es diferente” pues, por ejemplo, la compañía que operaba el ‘Rhone’, que llegó en muy malas condiciones, “desapareció del mapa” a los dos días mientras que en el caso del ‘Orobica’ tras tres meses su armador todavía se muestra interesado en resolver la situación.
Casi tres meses
El ‘Orobica’, un buque tanque con bandera de Malta y tripulación ucraniana, quedó retenido en Ceuta el 9 de septiembre por tener, entonces, dos meses de impago de salario. Posteriormente una inspección de Capitanía Marítima provocó que fuera también detenido por un problema en la sala de máquinas que aún hoy no ha sido reparado por falta de liquidez económica de la compañía.
¿Y el Rhone?
Todavía amarrado en el Muelle de España, el Rhone llegó a Ceuta en 2009 y, tras embargarse y conseguir una sentencia favorable a la tripulación, se está a la espera de que el juzgado decida una fecha de subasta. La sentencia salió hace más de un año.
¿Por qué aquí?
Si bien existen casos de buques retenidos en otros puertos del país como Valencia o Bilbao, cabe preguntarse si existe algún motivo para que el de Ceuta deba, por mandatos internacionales, retener a estos barcos teniendo en cuenta que aquí pueden causar cierto problema en cuanto al espacio disponible. La respuesta está en la paulatina intensificación del tráfico que experimenta el puerto caballa. Un hecho que, por probabilidad, le deja más expuesto a que ocurran este tipo de episodios en sus proximidades.