Acabo de terminar la lectura del libro La sociedad de castas: Religión y política en la India de Agustín Pániker. Es un libro monumental, no tan sólo por sus 700 páginas, sino por el gran trabajo de investigación y documentación que ha realizado el autor, que le ha llevado casi catorce años en su elaboración. En mí humilde opinión, quizás se trata de su mejor obra hasta la actualidad, donde la madurez como autor, estudioso y editor se ve reflejada en cada página.
Por si alguien no lo conoce, Agustín Pániker es experto en temas índicos, director de Editorial Káiros, escritor de cinco libros, profesor universitario, conferenciante sobre cultura, religión y sociedad de la India y Asia en general. Ambos compartimos orígenes indios, yo por mi padre y el por su abuelo paterno.
Vuelvo al libro que nos compete y su tema: las castas. Seguro que les suena esta consabida palabra, siempre relacionada con la India. Agustín explica que se decidió a escribir esta obra justamente porque en toda conferencia o charla sobre la India, sin importar de qué se hable exactamente, siempre hay alguien en el público que pregunta por las castas (algo que a mi casi siempre también me ocurre).
El libro es muy completo y aborda el complejo tema de las castas desde muy variados ángulos. En general, la gente (india u occidental) no sabe muy bien qué son y qué diferencias hay entre varna y jati, si realmente uno quiere opinar sobre el tema que empiece a leer La sociedad de castas.
Si bien el libro trata siempre sobre las castas, el autor entra en otros temas relacionados y muy interesantes como la situación de la mujer en la India, las costumbres matrimoniales o los hábitos alimenticios de cada grupo. Conocer la escondida realidad de que en la India los cristianos o los musulmanes también tienen castas; entender cómo el sistema político actual influye, paradójicamente, en el reforzamiento de comunidades de casta; o ver el rol que el Imperio Británico tuvo en el desarrollo y etiquetamiento de las castas.
Para su exposición, Pániker presenta fuentes y textos religiosos pero también antropológicos, sociológicos y políticos, dando voz a diferentes visiones, mostrando al lector el gran abanico de opiniones sobre el tema, sin por ello esconder su propia opinión. El estilo literario de Agustín es culto y fino, pero a la vez puede ser muy directo y hasta informal si la situación lo requiere. Por tanto, la lectura se hace amena (sumado a que agrega historias y ejemplos) y las 700 páginas, en general, no se hacen largas.
La sección de Historia de la casta está llena de datos poco conocidos y reveladores y, por supuesto, nos muestra un panorama informativo bien claro, siempre entendiendo que el análisis histórico en la India es algo muy complejo.
En realidad, más allá del aspecto informativo, el libro me ha gustado porque me ha hecho pensar que esas actitudes de distinción de casta típicas de la India existen también en nuestra vida diaria occidental (aunque aquí no sea por “casta” y sea por poder económico, etnia, religión o lengua).
Este, para algunos, inesperado paralelismo entre la discriminación practicada en la India y la del supuesto igualitario Occidente encuentra un buen ejemplo en la comunidad gitana, a la que el autor dedica unas interesantes páginas (algo muy pertinente dado el origen indio de los gitanos).
Justamente, si hay algo que al autor no deja en pie son las idealizaciones y se encarga de tirar abajo cualquier discurso absoluto y de desmontar estereotipos (positivos y negativos), ofreciendo diversos argumentos y testimonios para mostrar que el desarrollo de los hechos (“los sistemas de castas” en este caso) es una combinación de fenómenos políticos, sociales, económicos y religiosos. Aunque puede ser crítico con muchas cosas, Agustín mantiene un equilibrio entre el idealismo hindú y la crítica feroz occidental. En un momento lo dice claramente, las castas “no son una lacra ni una gran bendición”.
Un tema complejo, a la vez que es fascinante. Agustín sostiene que no existe un único “sistema de castas” sino que influye el estatus económico y social; el pasado familiar y el presente político; la lengua hablada y el oficio desempeñado. Unos entresijos que el libro explica al detalle. Incluso aunque yo creía que sabía bastante del tema, ¡al leer la obra me he dado cuenta de que no sabía casi nada!
El libro me parece una gran fuente de información, muy bien documentado y escrito de forma excelente. Aviso que se trata de un “ensayo antropológico” y, por tanto, es un texto de talante laico que no tiene intenciones espirituales, en el sentido de ofrecernos una enseñanza trascendental. Esta obra nos expone los hechos desde una base más “mundana” de política, relaciones sociales, factores religiosos e intereses económicos. He invitado a Agustín Pániker a que nos visite y nos ilumine con sus conocimientos, especialmente a aquellos que por tener dinero se creen de una casta superior y a los de la casta política que abundan en nuestra ciudad.
(*) Es sacerdote hindú, profesor de yoga, escritor y conferenciante. www.jcramchandani.es.