El mismo presidente Vivas ha reconocido que ya es hora que se produzca, de manera definitiva, una toma de posición de los gobiernos de Ceuta y Melilla en relación con la entrada o no de ambas ciudades en la Unión Aduanera.
Por supuesto, que admite que es un tema en el que se viene trabajando desde hace dos o tres años, y que ya no se puede esperar más para que se conozca y se tome una decisión definitiva.
Por esta razón, el grupo de trabajo que se ha conformado entre los gobiernos de Ceuta y Melilla tendrá un plazo de un mes para el establecimiento de las líneas maestras de las posiciones.
Como cada uno de los gobiernos tiene en su poder estudios sobre este particular, se van a poner en común para que se recalque cuales son los beneficios y las complicaciones de esta medida.
Indudablemente, una vez que se cuente con el documento se abrirá un proceso, de manera definitiva, para que los agentes económicos y sociales establezcan su opinión a este respecto.
De toda maneras, también especificó que cuando se fije la posición, si es favorable, se deberá plantear al Gobierno de la Nación y luego, éste a la Unión Europea que es quien decide.
Se admite, por supuesto, que la entrada en la Unión Aduanera refuerza el papel de Ceuta dentro de la UE, e incluso en la posibilidad de solucionar el tráfico comercial con el vecino país. Aún así, se tiene muy claro que la citada integración en la Unión Aduanera solamente sería asumible si se garantizan las peculiaridades de nuestra ciudad y si no hay perjuicio para las actividades tradicionales amparadas todavía en el estatus que se tiene de territorio franco.
Hay prioridades por delante de la entrada en la Unión Aduanera
Aún reconociendo que la entrada en la Unión Aduanera es importante, por parte del ejecutivo de nuestra ciudad se tiene muy claro que dentro de un orden de prioridades hay que actuar antes sobre otras cuestiones como los incentivos fiscales, los incentivos económicos, la realización del cambio del IPSI por otro impuesto distinto pero cercano al IVA y otra serie de cuestiones. En ese mismo grupo de prioridades se encontrarían igualmente la cesión de las tasas de juego a las dos ciudades autónomas.