La embarcación que llegó el lunes a la playa Los Cárabos pasó por tres puntos de control y debió ser avistada por un cuarto puesto de vigilancia · Los agentes piden que llegue ya el SIVE.
La patera que el pasado lunes arribó a la playa de Los Cárabos de Melilla burló la vigilancia de cuatro puntos de control de cámaras térmicas de la Guardia Civil, según han asegurado a El Faro fuentes de la Comandancia de la Benemérita.
Sin embargo, sólo a uno de los agentes que estaban de servicio esa noche le han notificado que no percibirá el complemento de productividad correspondiente al mes de diciembre.
La zodiac de cuatro metros de eslora en la que el pasado lunes desembarcaron 17 de los 40 inmigrantes que viajaban abordo, venía procedente de la zona de Dique Norte. Eso quiere decir que para llegar a los Cárabos “se paseó por delante” de tres garitas y debió ser avistada por una cuarta. Pero únicamente el guardia civil apostado en una de ellas ha recibido una carta del jefe de la cuarta sección de la su unidad, el teniente Carlos Jesús Bocanegra Gabarda, en la que se propone a este funcionario “la no percepción de la productividad funcional en la modalidad F-2 correspondiente al mes de diciembre”.
Agentes de la Benemérita consultados por El Faro apuntaron que es posible que el guardia civil ‘sancionado’ no haya visto la patera si ésta pasó pegada a la roca, ya que la garita donde estaba la han construido detrás del dique del puerto y desde ese punto se tiene poca visibilidad. “Si él estaba mirando hacia delante y la patera le pasó por debajo, lo normal es que no la vea. El que estaba en una garita enfrente sí la podía haber visto”, añaden.
En todo caso aclaran que no es frecuente que se notifique la retirada de un complemento en la nómina de un guardia civil por no ver llegar una patera. “Que yo recuerde, es la primer vez que pasa. Puede ser que este compañero tuviera algún problema con el jefe”, asegura un agente que prefiere mantener el anonimato.
En general, los agentes consultados por este diario coinciden en apuntar que lo que le pasó al agente al que le han propuesto la retirada del complemento de productividad por no avistar una patera le podía pasar a cualquiera.
“No se puede tener a un guardia con una cámara que pesa tres kilos colgada al cuello durante seis horas”, subrayaron.
Las cámaras térmicas de la Guardia Civil son de la marca Thomson-CSF Sofie, pesan 2,8 kg y miden 250x110x310 mm.
“Si hubiéramos tenido el SIVE, no habría pasado”
Toda la polémica en torno a la llegada de una patera a la playa Los Cárabos podía haberse evitado, según fuentes de la Guardia Civil, si hubiera llegado ya a Melilla el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) que las autoridades han prometido desde hace tiempo. La Benemérita cuenta con que llegará a la ciudad un mini SIVE, o sea, un coche con un radar dentro que se paseará por la costa para detectar cualquier movimiento extraño. Sin embargo, los agentes consideran que lo que hace falta es una garita con un centro de control que se dedique exclusivamente al SIVE. Sería una sala de control con dos o tres cámaras, vigiladas por un solo agente. “Ahorraríamos material y personal”. El SIVE son los radares (fijos o móviles) que se utilizan para vigilar las costas andaluzas, el Levante, Baleares y las Islas Canarias de la inmigración ilegal y el narcotráfico. En Melilla, pese a ser frontera sur, no hay.
“En AUGC defendemos cualquier injusticia dentro de la Benemérita”
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles aseguraron ayer a El Faro que como asociación están dispuestos a defender incluso al teniente coronel de la Comandancia de la Benemérita si, en un caso hipotético, fuera sancionado por la entrada masiva de inmigrantes en Melilla.
“En AUGC defendemos cualquier injusticia dentro de la Guardia Civil”, explicaron ayer a este periódico.
Por eso se han solidarizado con el agente al que le han notificado una propuesta de retirada del complemento de productividad por no haber visto una patera que desembarcó el pasado lunes en la playa de Los Cárabos.
“No debería haber asociaciones”
Desde la Asociación Pro Guardia Civil (Aprogc) tienen una gran contradicción, ya que creen que no deberían existir las asociaciones dentro de la Guardia Civil y sin embargo se asocian. “Si existen las asociaciones es porque en la Guardia Civil algo está fallando. Lo que nos diferencia de AUGC es que nosotros queremos seguir siendo militares y ellos no”.