El Gobierno de Ceuta nada más que puede estar atento, porque en esta historia quienes tienen peso para conseguirlo son Canarias y Baleares. Sus Gobiernos autonómicos y sus parlamentarios van a presionar de lo lindo en los próximos meses y más durante este período de negociaciones para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado con la intención de conseguir un incremento de las bonificaciones en el transporte marítimo, para que pasen del 50 al 75%. Mientras Baleares es más partidaria del establecimiento de una tarifa plana de 30 euros en sus vuelos entre las islas e incluso llevarlo a sus vuelos con la Península, los canarios son más pragmáticos y prefieren un incremento directo. La diferencia es que para la tarifa plana se necesita el permiso de Bruselas y se entiende desde las Islas Afortunadas que es más rápido convencer al Gobierno de la Nación. Mientras, Ceuta y Melilla nada más que pueden estar a la espera. Si Canarias y Baleares consiguen lo que quieren, desde luego, también nos beneficiaríamos nosotros. El coste de ese incremento para Ceuta sería de unos 4 millones de euros anuales, el de Canarias y Baleares muchos más. Si dan luz verde para canarios y mallorquines, lo nuestro sería calderilla. Por ello, el Gobierno está atento, cumplirá con sus deberes enviando la petición igualmente al Ministerio de Fomento, pero la fuerza, en este caso, la tienen otros. Pero si se consigue, estaríamos ante la noticia de la década. De golpe y porrazo conseguiríamos ese abaratamiento para los billetes de los residentes, algo que ahora mismo parece no difícil, sino más bien improbable por no decir otra cosa.