Todos sabemos cual es el pensamiento que tiene el presidente Vivas en su relación con la Administración General del Estado. En primer lugar, esa solidaridad que se tiene para con Ceuta debe ser devuelta, en muchas ocasiones, asumiendo competencias que no son de la administración autonómica, aunque luego se quiera la compensación que también es lógica. Y en segundo lugar, Vivas tiene muy claro que Ceuta depende muy mucho de ese cordón umbilical que se establece con Madrid, de manera independiente a cual sea el partido que gobierne, aunque con algún partido nos ha ido siempre mejor que con otros. Todo ello viene a colación de la situación que está viviendo la Policía Local en relación, de manera principal, con el Cuerpo Nacional de Policía. Ya todos coinciden de que la Nacional está bajo mínimos. Los sindicatos de este Cuerpo apuntan a que a finales de este año habrán 200 agentes menos. Pero resulta que también la Local no está para tirar cohetes. En los últimos años han perdido casi 30 integrantes. Y es que no solamente de seguridad ciudadana vive la Policía Local. La Nacional, por supuesto, porque es su competencia establecida por la legislación, aunque tiene que distribuir muchos efectivos en frontera y puerto. Los locales tienen otras obligaciones que, en muchas ocasiones están abandonadas, como es el cumplimiento de las ordenanzas municipales, verdadero motor de su creación y de su existencia. Diferente es que la ley establezca que en materia de seguridad, la Policía Local es auxiliar de la Policía Nacional. Dicho está, auxiliar, no hermana gemela. A la Policía Local se le está exigiendo por encima de sus posibilidades y no podemos olvidar que una de las obligaciones esenciales de un Estado moderno es garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Me parece bien que Vivas intente, por todos los medios, que los policías locales están donde nos llegan los demás, pero que tampoco se les presione hasta extremos que es imposible asumir. Porque cada uno debe asumir sus responsabilidades.