La intrahistoria de la Casa Acevedo

Hace 26 años que los copropietarios del edificio conocido como la Casa Acevedo, en el número 4 de la calle González de la Vega, presentaron una oferta de 25 millones de pesetas para venderlo al entonces Ayuntamiento de Ceuta, que  aceptó la proposición y se hizo cargo del inmueble en noviembre de 1986.

Eran los tiempos en los que María José Navarro, concejala delegada de Urbanismo, justificaba su adquisición  en la posibilidad de dedicarlo en el futuro a fines culturales “una vez que quedara libre de arrendatarios y precarista”.
En aquel momento, la compra de la Casa Acevedo resolvió el problema del desalojo de los ocupantes que aún quedaban en 1986 en un edificio municipal  del Paseo Colón, cuyo derribo era necesario a fin de acometer el proyecto de mercado de abastos que se iba a realizar en la zona. Se suponía que las viviendas del número 4 de González de la Vega servirían para alojar provisionalmente a estas familias “en precario y de forma provisional”. Luego, una vez que sus ocupantes se hubieran distribuido en otros alojamientos se destinaría, previa reforma,  a fines socioculturales.
Mucho ha llovido desde entonces, pero la situación del edificio, con ocho viviendas y dos locales comerciales, uno de ellos cerrado, se parece mucho a la de 1986. Siete de sus pisos están habitados, cinco en precario y dos con ocupas. La vivienda restante está tapiada tras haber sido realojados sus vecinos en VPO.
Lo que sí ha cambiado es el uso al cual se destinaría el edificio, una vez liberado de sus inquilinos. En 1990, pocos años después de su compra por parte del Ayuntamiento,  el Pleno acordó alterar su calificación jurídica, inicialmente patrimonial, para destinarlo a oficinas municipales. Diez años después la Asamblea, en otra sesión plenaria, acordó su desafectación.
El presidente de la asociación Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, subraya el “incalculable” valor patrimonial de este inmueble, que está de nuevo en el punto de mira desde que Emvicesa, sociedad municipal a la que la Ciudad traspasó la propiedad de la casa Acevedo en julio de 2008, decidiera subastarlo conjuntamente con la promoción de 45 viviendas de la calle Serrano Orive.
“Mucho nos tememos que si pasa a manos privadas el siguiente paso será derruirlo”, añade el portavoz de la asociación, que considera además que se han “incumplido sistemáticamente” los compromisos que se adquirieron hace cuatro años por parte del Gobierno local, cuando se aprobó en Pleno que la empresa municipal se hiciera cargo de su gestión. Recuerda Pérez Rivera que en ese momento Emvicesa garantizaba que se acometería su rehabilitación integral, incluida la fachada, objetivo de la alegación de Septem Nostra, “en todo aquello que parezca (según el informe técnico que habrá que emitir) que es necesario e importante conservar desde el punto de vista del patrimonio histórico artístico”, según reza que dijo el consejero de Hacienda y Recursos Humanos, Francisco Márquez en aquella sesión plenaria.
Pérez Rivera recuerda que  Emvicesa no ha acometido ninguna rehabilitación desde que asumió la gestión, “todo lo contrario. Han dejado que el edificio siga en un avanzado estado de abandono y deterioro. Lo mas que han hecho ha sido colocar una malla geotextil para evitar el desprendimiento de cascotes en la vía pública”, añade para señalar que desconoce si se habría redactado finalmente el informe técnico para intentar conservar la fachada, pese a que no se encuentra dentro de los marcados por las normas urbanísticas con algún nivel de protección.
“Es evidente que no han cumplido con los compromisos políticos que adquirieron en el pleno de la Asamblea, por boca de la misma persona que aún sigue ostentando las competencias en materia de vivienda, Francisco Márquez. Ahora van a subastar el edificio por un valor ridículo. ¿Qué hará el nuevo propietario?. Pues posiblemente derribarlo y construir un nuevo inmueble que le permitirá obtener unos beneficios impresionantes”, lamenta.

Valorado en 283.000 euros

Emvicesa ha valorado en 283.000 euros aproximadamente el inmueble y , de momento, descarta separar su venta de la promoción de 45 VPP en Serrano Orive.  Fue declarado en ruina técnica el 25 de abril de 2008 mediante un decreto del entonces consejero de Fomento, Juan Manuel Doncel, decreto por el que se ordenaba “a la mayor brevedad” que se iniciaran las actuaciones oportunas para el desalojo tanto de los ocupantes de las viviendas como de los enseres, pero este decreto fue recurrido y anulado por sentencia del Contencioso Administrativo, aunque debido al deterioro de la fachada sí se mantienen medidas cautelares también impuestas por la Consejería de Fomento, entre las que se incluyen la colocación de una red poliamida, que aún se mantiene y que está sujeta y atornillada al pretil y al muro de cerramiento de la fachada principal. De hecho todo el inmueble, como se observa en la fotografía, está envuelto en esta malla por razones de seguridad.

Su futuro, a expensas de lo que los nuevos dueños decidan

A los vecinos, la asociación Septem Nostra e incluso la oposición en la Asamblea les surge la misma duda. ¿Qué ocurrirá con este inmueble una vez que pase a manos privadas? Y es que, pese a los llamamientos para su conservación lo cierto es que fue descatalogado en el vigente Plan de Ordenación Urbana, que es de 1992. Septem Nostra recuerda que con anterioridad a esa fecha sí constaba en el inventario de patrimonio arquitectónico de interés histórico artístico, que fue realizado en 1979 por el Ministerio de Cultura, así como en uno posterior realizado por el ayuntamiento en 1987.  Pero el hecho de que en la actualidad no disponga de ningún de protección deja la puerta abierta a sus nuevos dueños para decidir su futuro. Por este motivo, la misma asociación ha vuelto a reiterar por escrito su petición. “Debería constar en el pliego de condiciones de la subasta la obligación de realizar una rehabilitación integral del edificio, como se acordó en el pleno.  Con ello se garantizaría su conservación”.