Siete años han transcurrido desde que una ciudad medieval emergió bajo Pasaje Fernández. Unos trabajos que requerían continuidad para completar la documentación y que se han llevado a cabo en el terreno anexo, el que pertenece al antiguo cuartel del Brull. Dos meses y cuatro sondeos, dos de ellos positivos, llegan a su fin con una zona de viviendas y una necrópolis.
Una necrópolis con enterramientos de diversa naturaleza y diferentes períodos, que aporta nueva información pero que también se presenta con algunas incógnitas.
Unos interrogantes que se comenzarán a dilucidar a partir de las próximas semanas, una vez finalizado un trabajo de campo que concluye de forma muy positiva.