Vaya, vaya, con la cobaya. Qué es lo que pasa aquí, en nuestra ciudad. Muy simple, señores carnavaler@s. Me habéis hecho que hable porque no es normal lo que aquí pasa. No es que lleve mucho tiempo subiendo al teatro, lo vivía de otra manera desde fuera, pero al estar escuchando que el Carnaval se estaba perdiendo me metí en este mundo, pero una vez dentro... No nos engañemos: uno se da cuenta de que no se está perdiendo, sino que ustedes lo estáis destruyendo. Lo que no es normal es que chavales, gente nueva y joven se suban al carro, pongan las mismas ganas y se sacrifiquen al igual que las demás agrupaciones aun sin tener músicos o el grupo completo y lo pasen fatal, que algunos piensan en abandonar, pero siguen hasta el final aunque se encuentren con obstáculos. Pero como los grandes, llamémoslo así, tienen su nombre no se les puede dejar fuera... Eso tiene un nombre, que es quitarle las ganas al personal.
Los grandes también fallan. De esa manera jamás avanzarán. Por qué no dejamos mejor que solo sean tres agrupaciones de cada modalidad (los que siempre se cuelan) y que nos muestren a todos los caballas lo que es esto de los “maestros’’, para qué sacrificarse, volcarse por competir, etcétera. Es comprensible y obvio que no todos pueden pasar, pero que siempre sean los mismos, no. Ya esta bien, señores, vamos a ser un poco realistas y echar la cara para adelante sin miedo a que si se quedan fuera se nos echan encima o somos machistas. Si no está bien no esta bien, y el jurado debería ser neutral, pero para ello tendría que ser de afuera porque esto es muy chico y todos nos conocemos.
Y bueno, señor Jaramillo, cómo explica usted que con todas las entradas vendidas estuvieran las butacas vacías y gente por las redes sociales buscando entrada. Luego los retrasos, de los cuales no se tenían al corriente a las agrupaciones, lo que formó colapso en las puertas a los camerinos, pero la solución que daban era sacarlos a la intemperie. Menos mal que habilitaron 5,5 metros cuadrados de un pasillo para 15 personas...
En fin, no soy de escribir en prensa, y de hecho nunca lo he hecho. Esta es la primera vez. Se que no servirá de nada, pero lo mismo cambiamos de mentalidad y años tras años le damos la oportunidad a otros grupos, siempre y cuando sea merecido o sinceramente acabaréis destruyendo este nuestro Carnaval. A los que nos hemos quedado fuera: señores, la calle es lo mas grande no hay que guiarse de un jurado con miedo o inseguridad del qué dirán. No es por el de este año, si no que es lo mismo año tras año. No dejéis de luchar, ni que se os quiten las ganas y palante.
Un abrazo a todas esas personas que disfrutan de estas fiestas y FELIZ CARNAVAL 2014. Y no me escondo. Ésta es la indignación de Topo Cristian Postigo Amaya.