El cementerio de Santa Catalina acogió durante la mañana de este miércoles el entierro de la joven cuyo cuerpo, completamente destrozado, fue recuperado del mar por la Guardia Civil la semana pasada. Ha sido imposible identificarla, llevaba tiempo muerta cuando se alertó al Servicio Marítimo y a los GEAS de su existencia, a milla y media de Punta Almina.
La Galería de Santa Beatriz de Silva acogió su entierro, en el nicho número 117. Una losa blanca tapa el hueco en donde fue depositado su féretro. Se cree que es una mujer subsahariana, después de las indagaciones efectuadas por el Servicio de Laboratorio de la Guardia Civil, cuyos agentes han entregado los informes sobre la investigación llevada a cabo en el juzgado.
Qué hay detrás de esta muerte pasa a ser una incógnita, como la de tantas vidas que han terminado en las costas de Ceuta. Su historia vital no puede completarse, ni se sabe su origen ni el rumbo que llevaba. Al menos sí que ha recibido un entierro digno después del traslado del cuerpo por la Funeraria de Cuatro Culturas hasta el camposanto ceutí.
Este verano ha venido marcado por muchas desapariciones y por el aumento de travesías con uso de embarcaciones de recreo para el traslado de inmigrantes. La mujer era de gran corpulencia y cuando fue recuperada por los agentes de la Benemérita vestía tan solo una prenda roja en la parte inferior del cuerpo. Ha sido imposible el inicio de gestiones para conseguir algún hilo del que tirar y cerrar con nombre y apellidos su historia.
La Guardia Civil de Ceuta recupera el cadáver de una mujer en el mar