Para Ismael García es un día muy especial, el primero en sus 32 años de vida en que su voto también cuenta para elegir los designios del país.
Acompañado de su madre, a las diez de la mañana se ha dirigido a su colegio electoral para ejercer el derecho a voto que durante tantos años le ha sido negado a las personas con discapacidad intelectual. “Estoy muy contento porque yo también tengo derecho a votar”, ha explicado este joven usuario de Plena Inclusión.
Y con la satisfacción de poder acudir a las urnas, Ismael entraba en las cabinas para preparar las papeletas del partido al que ha querido dar su confianza. Su madre le ha ayudado en esta tarea, aunque el joven nunca ha tenido dudas de a quién votar en sus primeras elecciones. “Yo siempre lo he tenido claro”, ha matizado.
Al igual que Ismael, Marian también se ha mostrado muy ilusionada al acudir por primera vez a votar, cumpliendo así su sueño de participar en la elección de las personas que gobernarán el país durante los próximos cuatro años.
Hasta llegar a este momento histórico, han sido muchos los que han luchado por el derecho al voto de este colectivo. Desde que la modificación de la Ley Electoral permitió que las personas con discapacidad intelectual pudieran ejercer su derecho en las urnas, para Plena Inclusión comenzaba toda una tarea de cara a conseguir unas elecciones más accesibles y fáciles de entender. Campañas informativas, una guía del voto o incluso reuniones con los candidatos que concurren a los comicios. Son algunas de las líneas desarrolladas por Plena Inclusión para que este 28A ellos también pudieran votar.
Y en unas elecciones caracterizadas por el alto porcentaje de indecisos, en este colectivo tampoco ha sido la excepción. “Como cualquier persona, algunos lo tienen más claro que otros y hay quien estaba más indeciso. Lo que teníamos que hacer desde Plena Inclusión era facilitarles el acceso a la información de todos los partidos para formar su opinión y que tuvieran claro a quién votar”, ha apuntado el responsable de Comunicación de la asociación, Juan Miguel Armuña.
Ismael sí lo ha tenido muy claro, al igual que la petición que le haría al futuro presidente del Gobierno. “Le pediría que ayude a los que necesitan ayuda, como las personas con discapacidad intelectual y que lo haga lo mejor posible”.
Hoy Ismael se va con una sonrisa de las urnas porque sabe que no serán las últimas elecciones en las que su voz también cuente.