El pasado 17 de abril el Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) presentó escrito ante el Presidente de la Ciudad Autónoma, pidiendo la suspensión del procedimiento iniciado para iluminación de la Murallas Reales, por entender dicha Institución que debían atenderse las solicitudes previas y los acuerdos adoptados respecto a este asunto, en orden a garantizar la integridad de las Murallas Reales y el foso navegable.
En realidad, el tema venía de lejos. En 1998 el Pleno Local del Instituto de Estudios Ceutíes denunció ante la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Cultura y ante la Consejería de Educación y Cultura de la Ciudad de Ceuta, las obras correspondientes al proyecto de iluminación de las Murallas Reales, por considerar que las mismas constituían un atentado contra la integridad del conjunto monumental y, en concreto, de uno de sus elementos más singulares –el foso navegable– a tenor de los daños infligidos en su contraescarpa. En dicho escrito de denuncia se puso de manifiesto el destrozo del lienzo de muralla –tanto en su parte original como en la restaurada– para realizar una serie de 14 hornacinas de dimensiones importantes donde colocar los focos previstos en tal proyecto. Incluso se habían arrojado al Foso Real, como desechos, las piedras centenarias. Se solicitó a la Administración competente la suspensión inmediata de las obras iniciadas, la revocación del acuerdo de aprobación del proyecto por la extinguida Comisión Provincial del Patrimonio Histórico en su sesión de 15 de octubre de 1998 y la adopción de las medidas pertinentes para abordar con prontitud la reparación de los daños causados. Con posterioridad, el representante del IEC reiteró la denuncia presentada ante la Comisión del Patrimonio Cultural de Ceuta, celebrada con carácter de urgencia en junio de 1999 y su Presidente argumentó entonces que el asunto estaba pendiente de informe. Sin embargo, en la sesión ordinaria de fecha 28 de septiembre de 1999, esta Comisión del Patrimonio Cultural trató el tema y por fin acordó por unanimidad, entre otras cosas “admitir que la denuncia formulada por el Instituto de Estudios Ceutíes es oportuna, razonable y ajustada a Derecho, por lo que esta Comisión, ordena la reparación de los daños ocasionados en el monumento”. Añadía el citado acuerdo que “habida cuenta de que próximamente se redactará un proyecto de obras para la continuación de la restauración del Conjunto Monumental de las Murallas Reales, instar a la Consejería de Fomento, Urbanismo y Obras Públicas para que en el mismo figure como prioritaria la intervención sobre las partes del monumento dañadas y la remodelación de la iluminación, teniendo en cuenta la biodiversidad de la fauna y flora de las aguas marítimas del Foso Real”. Sin embargo, a pesar de la claridad del acuerdo, nada se hizo y la herida causada en las murallas continuó hasta nuestros días ya que, en ninguno de los proyectos ejecutados en el ámbito de las Murallas Reales figuró el asunto. Han pasado ya más de tres lustros desde aquella denuncia y muchos han sido los proyectos que se abordaron durante ese tiempo en el ámbito de las Murallas Reales, pero en ninguno de ellos ha figurado la prometida intervención sobre las partes del monumento dañadas y la remodelación de la iluminación, a pesar de haberse reclamado en el seno de la Comisión de Patrimonio reiteradamente. Pero el tema es más grave, ya que el pasado 10 de abril se publicó en el Boletín de la Ciudad anuncio de licitación para el “SUMINISTRO Y COLOCACIÓN DE 18 PROYECTORES CON EQUIPO ELÉCTRICO LED DE 160 W EN EL FOSO DE LAS MURALLAS REALES”, describiendo las actuaciones necesarias, entre las cuales consta la instalación de los nuevos proyectores “en los huecos existentes” y otros elementos sin aportar detalles de estos últimos. El Instituto de Estudios Ceutíes considera necesario que el conjunto monumental de las Murallas Reales, Foso y Fortificaciones del Frente de Tierra, bien de interés cultural y componente más emblemático de nuestro patrimonio histórico, cuente con una iluminación ornamental eficiente que realce su valor, dando una imagen nocturna de calidad, lo cual debería haberse abordado desde una intervención integral sobre el monumento que nunca llegó a ejecutarse. Desde el IEC consideramos que no se debe permitir que se perpetúen las desafortunadas actuaciones de los proyectos de 1972 y 1997 con la sustitución de unos proyectores obsoletos por otros más eficaces, sin considerar el daño causado con anterioridad a la contraescarpa del Foso Real y menos que se posponga, una vez más, la intervención acordada unánimemente para restaurar los lienzos dañados. Estas son las razones por las que se solicitó al Presidente de la Ciudad la suspensión del procedimiento que perpetuaría el error y los daños cometidos. En el mismo escrito se pedía la redacción de un proyecto de alumbrado ornamental del Foso Real, integrado en uno más amplio para el ámbito del Bien de Interés Cultural (BIC), que sepa compaginar funcionalidad y tecnología con la protección cultural del monumento, evitando asimismo la contaminación lumínica. Y para completar lo anterior sería preciso redactar y llevar a cabo un proyecto de restauración de la contraescarpa del Foso Real que aborde sin más demora la reparación de los daños causados por las infraestructuras de iluminación desde hace más de cuarenta años. Desde el Instituto de Estudios Ceutíes consideramos que el asunto descrito es de tal trascendencia y puede acarrear tales responsabilidades que es necesario actuar en este caso con rapidez y decisión.