Los dramas migratorios pesan y la necesidad de adoptar medidas que garanticen una mejor y mayor atención en el mar está detrás del Centro para la Vigilancia Marítima que fue inaugurado ayer en Madrid por el ministro de Interior, Jorge Fernández, contando con la presencia del Príncipe de Asturias. Este Centro está conectado con el SIVE además de con el COS de Ceuta y Melilla, entre otros, con lo que se permite la localización remota de las patrullas terrestres, aéreas y marítimas de la Guardia Civil además de una identificación rápida.
Desde Interior se ha difundido el objetivo clave de este Centro: con su operatividad se “podrán evitar tragedias en el mar”, dijo ayer el ministro. A su juicio, España “está en la vanguardia y se convierte en un referente europeo e internacional en lo que hace referencia a la innovación tecnológica y medios puestos a disposición del Estado para luchar de manera eficaz contra la inmigración irregular, el tráfico de drogas y tener una efectiva vigilancia de las costas”.
Interior pone por delante la reducción de las entradas irregulares para avalar la efectividad de estos sistemas. En 2006 se detectó la llegada de casi 40.000 personas, en 2012 se registraron 3.800, un descenso del 90 por ciento. También se ha reducido el número de muertes que ha pasado de 108 en 2003 a 36 en 2012.
Además de recibir y trasmitir novedades y órdenes relativas al servicio diario, este centro dispondrá de información e imágenes en tiempo real acaecidas en cualquier lugar donde se esté prestando servicio o que pueda afectar al mismo, tanto en territorio nacional como en el extranjero.
También se podrá hacer un seguimiento permanente y continuo de las operaciones en curso cuyas imágenes serán transmitidas al centro desde las diferentes unidades, tanto fijas como móviles desplegadas en cualquier escenario.
¿Esto cómo influye en Ceuta? Al igual que sucede en Melilla, las relaciones e intercambio de datos serán mucho mejores. Aquí las cámaras térmicas son las primeras que detectan la aproximación de inmigrantes irregulares por mar o por tierra hacia la ciudad. Desde las unidades que controlan los búhos se pasa la información al COS, y su central, situada en el Tarajal, alerta a las demás unidades. Ahora la novedad es que ese COS estará interconectado con este centro operativo situado en Madrid para disponer de mayor apoyo y, sobre todo, más volumen de información para actuar de forma más rápida y eficaz.
Alerta sin consecuencias en la frontera
Desde la noche del pasado lunes y hasta ayer existía alerta ante la posibilidad de que se produjera un intento de entrada de inmigrantes por la frontera. La celebración de la Pascua del Sacrificio y la presumible menor vigilancia marroquí hacía presagiar esa mayor presión que finalmente no se produjo. La Policía Nacional y la Benemérita habían reforzado su vigilancia, teniendo en cuenta que en los dos años previos hubo intentos de entrada que fueron abortados por ambos lados. Ayer, la única salida que se detectó fue la de una balsa con varios subsaharianos que fue interceptada por las patrulleras marroquíes tras su escapada.