Con 'La Gorda' estacionada a las puertas del Parador 'Hotel La Muralla', 103.000 kilómetros en sus ruedas y una tapa de corazones acompañada de una cerveza comienza una nueva aventura de Miquel Silvestre.
Tras haber recorrido continentes como América del Sur, 'Diario de un nómada' cruzará África de norte a sur, comenzando por las dos ciudades autónomas. "Empezar por Ceuta era interesante porque es una ciudad que no fue conquistada por España, sino por los portugueses, y después en referéndum decide ser española. Eso creo que es muy desconocido en la península. La mayor parte de los españoles viven de espalda a las ciudades norteafricanas y es interesante contárselo", explica en una entrevista concedida a este medio.
Silvestre indica que 'Diario de un nómada' "es una serie que se planifica muy poco. (...) Aquí no hay guionizado nada. Siempre hay alguien que se presenta y cuenta un poco la historia del lugar a visitar". Es decir, los lugareños acaban siendo los guionistas. "El mejor guionista es cualquier persona que me encuentro y tiene algo que contar. Me gusta rescatar la historia de la gente sencilla y normal. Y, por supuesto, huyendo del exhibicionismo y la telebasura, no quiero que la gente me cuente miserias sino qué cosas le gusta y qué le apasiona, cómo es la gente normal y corriente".
"Planificamos bastante poco porque dejamos que sea el azar de un viaje lo que nos ofrezca el contenido. Es una aventura real y lo que sucede es lo que está pasando. Por eso les exijo a estos señores –a los cámaras– que tengan siempre las cámaras prestas para captarlo, porque la vida no se puede repetir: lo que pasa sucede en el momento y deja de pasar, inmediatamente es pasado. Entonces, me gusta captar ese momento de la espontaneidad, el viaje, la anécdota, el tipo que se acerca y te cuenta algo...", explica.
Este programa se realiza así porque "la idea es que cualquiera de los espectadores podría ser Miquel Silvestre, que se va a montar en una moto y le van pasando cosas".
Silvestre asegura que en 'Diario de un nómada' no "maquillan" nada, pero sí es cierto que en ocasiones no han mostrado cosas que consideraba que podían "lesionar" a alguien, especialmente a lugareños que se están ganando la vida. "No voy a intentar jamás perjudicar a alguien que haya colaborado en la serie por conseguir un buen total. No estoy haciendo un programa de periodismo, yo no soy un reportero. Me sabe mal cuando a veces a la gente le sacas un total y sabes que eso va a tener consecuencias para esa persona. (...) Esas cosas son las que intento que no sucedan en 'Diario de un nómada".
En cuanto a su experiencia por Sudamérica, destaca la ventaja de hablar el mismo idioma y el "gigantismo" de la geografía americana, y le llamó especialmente la atención "la mala prensa que tiene la presencia española". Puso como ejemplo a Méjico, donde todos los ciudadanos "desconfían de su gobierno y piensan que les ha mentido siempre", excepto "en el discurso histórico que les ha vendido, en las escuelas se ha vendido que el español fue un genocida y se lo han creído, hasta el punto de que incluso dan por hecho datos que no son ciertos, como que a Moctezuma lo mataron los españoles, cuando no es verdad, lo mataron a pedradas los propios aztecas cuando le vieron aparecer al lado de los españoles (...) Por supuesto que hubo abusos y perversiones de las Leyes de Indias pero también hubo otras cosas que enriquecieron esa cultura y han dejado un legado imborrable: el castellano y el cristianismo".
La situación más desagradable que se ha encontrado recorriendo el mundo con su moto ha sido el tráfico: "Conduciendo por el mundo es donde realmente he sentido peligro. Ha sido lo más desagradable, ver que mi vida estaba en peligro simplemente porque un tipo al volante no respetaba a una motocicleta y me podría haber llevado por delante. Es el verdadero riesgo que tiene hacer 'Diario de un nómada' o todos estos viajes".
Por otro lado, lo más agradable es "la bondad de la gente, cuando ves a personas que te saludan, te reciben bien, te desean buena suerte y sin pedirte nada a cambio te dan lo mejor que tienen".
Silvestre habla de la dificultad para conciliar la vida personal y laboral con este trabajo. "Al principio es que no se concilia, porque mi vida personal ha sido mi vida profesional. Es decir, empecé a viajar casi como una vocación de fe, y me he dedicado a viajar por el mundo en moto durante años, sin tener otra vida, porque mi vida era viajar y era lo que más me gustaba. Como consecuencia de la profesionalización al hacer la serie, la vida personal va ganando terreno y la profesional se va convirtiendo en una profesión. Ya no tengo necesidad de estar siempre viajando, sino de hacer la serie-documental, porque me gusta mucho, es un trabajo cojonudo". Además, en los viajes conoció a su mujer, que es periodista, en una entrevista. El pasado 30 de mayo se casaron y ahora están esperando un hijo. "Ahora, para mí, mi vida profesional ocupa un valor menos relevante del que tiene mi vida personal, porque yo tuve una pulsión necesaria de hacer estos viajes, por mí mismo y por saber quién era, y ahora lo que tengo es una pulsión de tener mi familia y tener la experiencia de ser padre".
Silvestre a los ceutíes “Diario de un nómada’ ha venido para contar vuestra historia”
Silvestre y su equipo se han encontrado en Ceuta con un recibimiento “magnífico, maravilloso”. La moto de Silvestre, ‘La Gorda’ –pesa 220 kilos–, también fue objetivo de selfies para muchos ceutíes. Para Arturo Molés, miembro del equipo, acompañar al protagonista en estas aventuras es “cansado, porque es muy sacrificado, pero muy enriquecedor”. Por su parte, Guillermo Díez, su compañero, lleva poco tiempo en ‘Diario de un nómada’ y aún no ha salido de aventura. “Tiene muy buena pinta y desde el primer momento pensé que podría ser muy buena experiencia. Digo como Arturo, es muy cansado pero estoy muy contento y satisfecho”, indica.
Antes de finalizar la entrevista, Silvestre envió un mensaje a los ceutíes: “Estamos muy contentos de estar en Ceuta. Somos conocedores de la problemática que tiene la ciudad. A veces da un poco de coraje que no se sienta más respaldada por los peninsulares y que un sitio donde se tiene tan a gala sentirse españoles y ser español parece que en otros lugares da lo mismo. A mí no me da lo mismo y por eso ‘Diario de un nómada’ ha venido para contar vuestra historia y, en mi pequeña medida, porque no soy nadie, manifestar mi apoyo a Ceuta, sus pobladores y su orgullo español. Además, habéis sido españoles por elección. Very good, my friends”. Después de la entrevista, probó los corazones de pollo. Desde los dados de piel de serpiente que tomó en Arizona no había comido algo tan extraño, dice.