Tal y como indicaron a los agentes de la Benemérita en la filiación que se les practicó en el puerto deportivo, los varones procedían de Mali y habían partido hacía unas horas, consiguiendo burlar hasta el momento de ser localizados todos los controles.
A bordo de una balsa con capacidad máxima para tres personas, navegaban los cinco varones, ayudándose de remos para intentar alcanzar la península. Iban sin rumbo, aunque cuando fueron localizados se encontraban en buenas condiciones físicas. Forrados con mucha ropa, con chalecos salvavidas y alguna pertenencia personal, emprendieron una travesía que tuvo su punto y final con la llegada a la base del Marítima.
Los cinco jóvenes -ninguno es menor de edad- han sido ingresados en el CETI, en donde siguen produciéndose entradas por goteo. Hay jornadas en las que no se produce ningún ingreso y otras en las que uno o dos inmigrantes llegan hasta el centro.
Según las indagaciones policiales efectuadas, buena parte de ellos entra en Ceuta tras ser desembarcados en moto de agua, pero también se producen entradas de subsaharianos ocultos en vehículos que pasan la frontera sin problemas y son dejados en el Príncipe o barriadas cercanas. Por sus propios medios llegan al campamento del Jaral. La Guardia Civil ha detenido ya a una persona que fue sorprendida con un subsahariano escondido en un doble fondo del maletero, pero otros entran de una forma más burda, sin que su pasador se ‘esmere’ en demasía a la hora de facilitar el ocultamiento. También la Policía Local se ha hecho cargo de otros dos subsaharianos que entraron por la misma vía.
La diferencia a la hora de elegir la forma de escapada se basa, como todo, en el precio. Hay inmigrantes que pueden abonar sumas de hasta 6.000 euros por agenciar ‘paquetes’ con las mafias que les trasladan hasta Ceuta organizando las distintas escalas desde su lugar de origen hasta su llegada al CETI. Otros en cambio, sumidos en la desesperación, tienen que superar mil y una trabas para acceder por rutas más peligrosas.
Y otra presión
Intentos coordinados
Hasta el momento se ha tenido constancia de un solo intento de estas características, pero la Guardia Civil ya está en alerta ante la posibilidad de que puedan volver a repetirse. Y es que esta misma semana grupos de subsaharianos intentaron la entrada por los dos bahías a la misma hora. Marruecos pudo contener a los dos grupos sin problemas, mientras la Guardia Civil recibía la alerta por si tenía que colaborar desde su territorio. Se teme que sea esta una nueva manera de conseguir la entrada en la ciudad.
Presión
Ha aumentado en el lado marroquí, en donde está siendo muy importante la colaboración de Marruecos. En el entorno más cercano a Ceuta se estima la presencia de unos 400 subsaharianos, volumen que va aumentando más atrás. Algunos siguen en los bosques, pero también los hay en pensiones.
La ruta de islotes
Es en Melilla en donde las mafias están apretando más facilitando la llegada de inmigrantes a las zonas bajo su jurisdicción, provocando un auténtico conflicto. En Ceuta no ha pasado más que una vez, cuando la Guardia Civil tuvo que hacerse cargo de varios subsaharianos que habían llegado hasta Perejil. No ha vuelto a suceder pero sí que se han registrado intentos de llegada.