La fuerza de la ternura

El Presidente del Gobierno de la Ciudad ha ordenado el cese momentáneo de las hostilidades. Durante los últimos meses han desplegado un furibundo ataque mediático con la única y obsesiva finalidad de impedir la irrupción de Caballas en el escenario político. No han respetado límite ético alguno. Pero, afortunadamente para Ceuta, han cosechado un reconfortante fracaso. El acto de presentación de la candidatura localista ha sido interpretado como un síntoma inequívoco de irreversibilidad. Han perdido la primera batalla. Por ese motivo Juan Vivas, fiel a su estilo pragmático, ha llegado a la conclusión de que mantener un desproporcionado nivel de tensión para evitar lo inevitable carece de sentido, siendo incluso contraproducente para sus intereses; y, confiado en su habilidad conciliadora, ahora  le conviene más abrir una nueva etapa de fingida concordia.
Caballas, un proyecto político innovador, alumbrado desde el ángulo más puro del alma humana, ya tiene rostro. La candidatura con la que concurrirá a las próximas elecciones es un soplo de futuro. Tenemos que seguir sumando voluntades limpias hasta convertirlo en huracán. Aunque el objetivo propuesto inicialmente ya se ha logrado con notable éxito. Caballas remueve conciencias. El resultado aritmético final sólo será una anécdota. La comunión sincera y en plano de igualdad de musulmanes y cristianos en torno a un ideal común, fundamentado en la solidaridad, supone el inicio de un proceso de integración ineludible para esta Ciudad que, por sus características, adquiere la naturaleza de revolucionario. El hecho de que los hombres y mujeres del PSPC, todos ellos personas de reconocido e incuestionable amor a esta tierra,  que han constituido históricamente un firme baluarte en la defensa de las señas de identidad de nuestro pueblo (con especial relevancia de su españolidad), estén apoyando con entusiasmo a un musulmán para ser Presidente de Ceuta, implica un cambio de coordenadas que abre, definitivamente, la puerta del siglo veintiuno.
Es el momento apropiada para rendir un nuevo homenaje público a la militancia del PSPC. Representan las cualidades más nobles de la política: generosidad, espíritu de servicio, idealismo, firmeza y sacrificio. Sabíamos que este camino estaba lleno de trampas. No ha sido fácil sortearlas. Pero una vez más, han demostrado con su ejemplo que el poder las ideas es indestructible. Nunca flaquearon aún siendo conscientes de que estaban arriesgando su prestigio, lo único que han ganado en política después de veinticinco años de lucha infatigable. No es menos valiosa la actitud del grupo humano que conforma la UDCE. Quizá con menos experiencia, pero con idéntica convicción, han sido capaces de hacer frente con encomiable valentía, no exenta de inteligencia, a un cúmulo de adversidades de gran calado, rompiendo prejuicios muy arraigados, y regenerando la confianza en el sistema en un colectivo muy descreído como consecuencia de una prolongada e injusta subordinación.
Todos los que formamos parte de este sueño, militantes de la diversidad, nos sentimos henchidos de satisfacción. Nos emocionamos comprobando cómo, día a día,  va germinando la semilla. Cada vez son más los que comprenden, asumen y abrazan la idea de la integración como fórmula de futuro. Muchas de las reticencias, recelos y dudas iniciales, se han ido disipando, emergiendo a borbotones una renacida esperanza en un modo distinto de concebir nuestra convivencia. Caballas se abre paso imparablemente, desbrozando estigmas del pasado y esquivando la maldad estéril, en la búsqueda de esa gran utopía que es la fraternidad. Este sentimiento se refleja nítidamente en su candidatura. Desprende la fuerza de la ternura. Irradia la ilusión de quien se sabe partícipe de algo importante y trascendente. Un fuerte contraste con la decrepitud moral e intelectual del PP. En el que todo rezuma interés mezquino, egoísmo corrosivo, división e intolerancia.
El día veintidós de mayo, todos los ceutíes de buen corazón tienen la oportunidad de empujar el viento de la historia haciendo grande nuestra Ciudad. Sacudiendo complejos. Con otra mentalidad más acorde con los nuevos tiempos. Agarrados al pensamiento que popularizó el Che Guevara: “Si fuéramos capaces de unirnos, ¡qué cercano estaría el futuro!”.