Las matronas recuerdan que el más proximo está inoperativo por la falta de un anestesista.
El personal de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa, estima que la distancia entre el servicio de partos y el quirófano general es de “unos 150 metros”. El colectivo de matronas insistió en que existe un quirófano obstétrico en la zona de paritorios pero recordó que no está habilitado a causa de la falta de anestesista.
Por este motivo, subrayaron estos trabajadores de la administración sanitaria, las cesáreas y otras intervenciones tanto urgentes como programadas tienen que realizarse en el quirófano general, el cual se encuentra a “unos 150 metros aproximadamente” de la sala de partos.
Las matronas reconocen que las condiciones generales han mejorado desde la apertura del Hospital Universitario, en febrero, “después de varios escritos presentados ante la Gerencia” del clínico. Además, este grupo de trabajadores añadió que el edificio de hospitalización, donde se encuentran las mujeres de parto, preparto y posparto, se encuentran en otro bloque.
Por otro lado, el colectivo obstétrico-ginecológico denunció de forma pública que los timbres de las salas de dilatación están “desconectados o no funcionan”, de modo que no se puede avisar al personal sanitario en caso de que surja cualquier tipo de contingencia.