Señalan el perjuicio que les crea la entrada ilegal de piezas para su venta callejera.
Fuentes de la Cofradía ceutí, compuesta por una quincena de pesqueros, han señalado que en los últimos años muchos caladeros habituales de pesca prácticamente se han agotado por la masificación de pescadores.
Los profesionales del sector han aludido a la presencia de pateras procedentes de Marruecos, así como a pescadores deportivos de la ciudad que llevan a cabo estas capturas, que hacen descender la actividad.
Los pescadores también han lamentado la entrada ilegal de pescado procedente del país marroquí, que se suele vender en las calles sin pasar ningún tipo de control sanitario y que causa perjuicios a los profesionales.
Algunos pesqueros de la ciudad han tenido que acudir a caladeros de Cádiz y Málaga para buscar nuevas piezas y dirigirse a otros caladeros.
La situación se agrava este año con los frecuentes temporales que han obligado a los barcos a mantenerse amarados a puerto.