¿Qué hacer con el ICD? Esa misma pregunta se la hizo hace un año el presidente de la Ciudad, Juan Vivas. Por aquel entonces se abrió el debate sobre la conveniencia de iniciar un proceso de integración de la entidad en la administración. Una forma de que haya un control más directo sobre un instituto en el que las disputas internas están a la orden del día. Aquel proceso murió en el intento. Resultaba complicado coger el toro por los cuernos, en un ICD que arrastra ya varios gerentes al frente y que dispone de diferentes cargos políticos para su intento de control.
Ahora la Ciudad está dispuesta a abrir “un proceso de reflexión” en su conjunto. Es una forma de llamar a la necesidad de poner orden en el Instituto Ceutí de Deportes con un mayor control por parte de la administración. Ese “proceso de reflexión” se planteará pasadas las elecciones, analizando el grado de actuación que cabría tener sobre el ICD y los cambios que habría que adoptar para que la entidad funcione según las expectativas de la Ciudad.
El objetivo es cortar las polémicas que arrastra, las críticas que genera en diversas entidades deportivas y aportar una mayor organización en todo lo que gestiona. Fuentes próximas a la Ciudad apuntaban sobre la posibilidad de que se constituyera una área específica de Deportes, independiente, que controlara todo, eliminando la lista de cargos políticos que ahora hay al frente del ICD. De momento este extremo no quiere ser confirmado por la Ciudad que prefiere trasladar todo el debate en torno a las posibles salidas para la entidad deportiva a la situación política que se dibujará tras los comicios de mayo.