Adhesión
Según explicó a esta redacción la consejerá de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, que esta misma semana ha hecho efectiva esta adhesión de la Ciudad Autónoma de Ceuta, estos dispositivos electrónicos podrán ser solicitados incluso por mujeres que no hayan denunciado, pero que se sepa que su integridad física puede correr peligro.
Además, la novedad se centra también en que será la Ciudad Autónoma la que se encargará de la entrega de los mencionados dispositivos, aunque lo que desconoce es con cuantos podrán contar cuando se fime el mencionado protocolo.
El Servicio Telefónico de Atención y Protección para víctimas de la violencia de género (ATENPRO), es una modalidad de servicio que, con la tecnología adecuada, ofrece a las víctimas de violencia de género una atención urgente e inmediata, ante las eventualidades que les puedan sobrevenir, las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año y sea cual sea el lugar en que se encuentren de nuestro país.
El servicio se basa en la utilización de tecnologías de comunicación telefónica móvil y de telelocalización. Permite que las mujeres víctimas de violencia de género puedan entrar en contacto en cualquier momento con un Centro atendido por personal específicamente preparado para dar una respuesta adecuada a sus necesidades.
Situaciones
Además, ante situaciones de emergencia, el personal del Centro está preparado para dar una respuesta adecuada a la crisis planteada, bien por sí mismos/as o movilizando otros recursos humanos y materiales.
Para la puesta marcha de este servicio el Ministerio de Igualdad, titular del servicio ATENPRO, ha firmado un Convenio de Colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias para la gestión del programa, que es al que se ha adherido la Ciudad.
Yolanda tiene ahora un grado de protección más bajo
El mismo sistema de protección que el Cuerpo Nacional de Policía ofrece a las mujeres que son víctimas de la violencia de género también va en función del grado de peligro que pueda correr la persona. Por supuesto, se parte de la base que es imposible que haya un policía para cada una de estas personas que han sido agredidas y sienten miedo. En el caso de la última mujer ceutí que fue acuchillada por su marido, miembro del Ejército, mientras estuvo en el Hospital tuvo una vigilancia permanente. Ese grado de protección baja en estos momentos porque su agresor se encuentra en prisión. Como es lógico, el día que abandone la cárcel porque haya cumplido su pena, ese grado de protección volverá a incrementarse notalmente como no podía ser de otra manera.
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