La Consejería de Educación y Cultura y la Sociedad Cultural Amigos de la Música celebrarán la festividad de Santa Cecilia, patrona de la música, con el concierto que la Orquesta Sinfónica Hispalense y el Coro de la Universidad de Sevilla ofrecerán el próximo jueves, día 22, a las 20.30 horas en el Teatro Auditorio del Revellín.
Las localidades se encuentran a la venta tanto en la taquilla del teatro, como en la página web de la Ciudad -www.ceuta.es- a un precio de 6 euros.
El programa del concierto incluye en la primera parte la Pequeña Serenata Nocturna , más conocida como Eine kleine Nachtmusik, una de las composiciones más populares de Mozart y en la segunda se escuchará el el Requiem en re menor k 626, la decimonovena y última misa compuesta por Mozart, basado en los textos de la liturgia católica que se celebra tras el fallecimiento de una persona.
Cuenta la leyenda que un día de julio de 1791, un hombre completamente vestido de negro visitó a Mozart en su casa de Viena y le pidió que compusiera un Réquiem para el funeral de un allegado. Nunca le dijo su nombre, ni tampoco el de la persona para la cual estaba destinada la pieza y le exigió no investigar las razones del encargo. Mozart aceptó el trabajo, recibió un adelanto y se comprometió a entregarlo en 30 días, pero por esa época le pidieron componer una ópera para la coronación de Leopoldo II de Austria como rey de Bohemia. Al mismo tiempo trabajaba en La flauta mágica, así que aplazó el réquiem, hasta que el hombre misterioso apareció nuevamente y le preguntó por la pieza.
Mozart, obsesionado con la idea de la muerte, debilitado y muy sensible a lo sobrenatural, pensó que era un mensaje del más allá y, convencido de que la pieza estaba destinada para su propio funeral, comenzó a trabajar en el Réquiem hacia octubre. Alcanzó a componer las primeras tres secciones, los coros y algunas partes instrumentales, pero un mes después cayó enfermo. Mientras estaba en cama, dio instrucciones a su alumno Franz Xaver Süssmayr para continuar la obra, pero no pudo verla terminada: Mozart murió el 5 de diciembre de aquel mismo año. Su premonición se cumplió y parte de la pieza fue interpretada en su funeral.