La Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre diez y doce años de cárcel a los once integrantes de una célula yihadista, asentada en Ceuta, que reclutaba combatientes para enviarlos a Siria con el fin de unirse a la yihad, de los que seis fallecieron en atentados suicidas que provocaron la muerte de "centenares" de personas.
La Sección Segunda de la Sala de lo Penal ha considerado a los miembros de este grupo, que fue desarticulado en la operación 'Cesto' desplegada en junio de 2013, responsables de delitos de integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas.
Las penas más altas han recaído sobre los dirigentes de la célula Karim Abdeselam Mohamed e Ismail Abdellatif Al-Lal, mientras que han sido condenados a diez años de prisión Abdelkrim Chaib Abdelaziz, Mohamed Heyouf Mohamed, Tarik Mustafa Hamed, Abdelah Abdeselam Ahmed, Yassin Ahmed Laarbi, Abdeluahid Sadik Mohamed, Abdesamij Laiachi Abdeselam, Nordin Ahmed Abdel Lah y Rochdi Abdeselam Abdel Lah, alias 'Tuita', a quien se le impone otra de un año y medio por tenencia ilícita de armas por la escopeta de cañones recortados encontrada en su domicilio en el barrio del Príncipe de Ceuta.
En una sentencia, de 462 páginas, los magistrados destacan "la radicalización y la peligrosidad" de los integrantes de la célula, a la que "voluntariamente se integraron siendo plenamente conscientes del muy notable servicio que hacían mediante el continuo envío de yihadistas para el cumplimiento de los objetivos de las organizaciones terroristas filiales de Al Qaeda que operaban en Siria con la finalidad de imposición violenta de la Sharia, el Estado Islámico y finalmente el Califato Global".