Hoy hace tres meses que Kyra nos dejó, no ha pasado un solo día en el que no la tenga presente y me pregunte una y otra vez si habré hecho lo correcto.
Como ya publiqué en anterior ocasión y por este mismo medio nos habría encantado poder dormirla aquí, en su ciudad, con las personas que tantas veces nos ayudaron durante sus trece años de vida, pues Kyra tenía muchas patologías, no fue fácil por lo que sus veterinarios se convirtieron en familia y compañeros de nuestra lucha, yo quería que ella estuviese rodeada de las personas que la querían y estoy cien por cien segura que ellos también.
Todo el proceso fue duro y frío, y a pesar de haber podido tener el privilegio de ofrecerle a mi compañera y mejor amiga una despedida digna no estoy en paz, no había necesidad de añadir más sufrimiento y frustración a un proceso tan complicado, pero es que no te dejan más opciones, la Ciudad de Ceuta no da opción, solo nos da una bolsa de basura y un mísero contenedor de deshechos cárnicos ¿Es así como se merecen descansar cualquier ser vivo? Que final más miserable e inhumano para estos ángeles de cuatro patas que nos dan tanto amor sin esperar nada a cambio.
En estos tres meses hemos visto como la ciudadanía se ha hecho eco, ha expresado su descontento, sufrimiento y frustración, hemos conocido más casos y se ha iniciado un movimiento ciudadano para reivindicar el derecho de tener en Ceuta un crematorio, se les ha exigido a nuestros políticos una solución y lo único que hemos obtenido son promesas vacías y sumar más mentiras al montón que ya nos vienen vendiendo desde hace tiempo.
Comprendo que de la noche a la mañana no se va a construir un crematorio, digamos que hay mucha burocracia detrás, por decir algo, pero, ¿dónde queda el verdadero compromiso? Si verdaderamente quisieran dar solución a este gran problema ya habría tomado cartas en el asunto ofreciendo una solución que permita a los ciudadanos poder despedirnos dignamente de nuestros compañeros y conservar sus cenizas, porque si yo, una simple ciudadana pude gestionar en un fin de semana todo lo que conllevó la eutanasia e incineración de Kyra y otros ciudadanos pudieron trasladar a sus animales ya fallecidos en una nevera de playa con placas de hielo con todo el papeleo que ellos conlleva ¿Por qué la administración no es capaz de llevar este procedimiento a cabo?
He aquí donde se demuestra que no solo no se están cumpliendo las leyes de bienestar animal que ya se por si es grave, no las cumplas tú a ver qué pasa, sino que, hay algo incluso muchísimo más grave a mí parecer y es que la empatía que manejan hacia nuestros sentimientos es nulo, no les importa la carga emocional y el sentimiento de culpa que pueda generar, pues les puedo asegurar que el proceso de duelo cuando perdemos algo tan sumamente querido es desgarrador pero, si a esto le sumamos el sentimiento de culpa e impotencia, hace que encontrar algún tipo de consuelo resulte prácticamente imposible.