La asociación de Clece, 'Corazón y Manos', que muestra la vertiente más solidaria de la empresa, hizo entrega este viernes de los más de 3.000 kilos de comida en una iniciativa promovida por los propios trabajadores, en concreto por Turia Mohamed, Maite Campos y Nieves Cuesta, y en la que han participado todas las empresas de servicio que la compañía posee, sin olvidar a familiares, amigos y la empresa de alimentación Supersol, que ha sido a través de la que se ha focalizado esta acción.
La recogida surge de los numerosos mensajes y solicitudes de ayuda que, ante la situación de confinamiento, recibía Turia Mohamed, del Equipo de coordinación de la empresa. Numerosas familias se ven afectadas por todo lo que conlleva el confinamiento y su falta de recursos que, lamentablemente, está acompañando a este periodo como una constante que se ceba con los colectivos más vulnerables. Fue entonces cuando Cristóbal Sánchez, responsable de Clece en Ceuta y Melilla, le propuso realizar, a través de la asociación solidaria de la propia empresa ‘Corazón y Manos’, una acción más grande, contando para ello con trabajadores, familiares, amigos y todo aquel que quisiera aportar su granito de arena y que se materializó en la acción que han venido a denominar bajo el título ‘Déjame ver la grandeza de tu corazón’.
De este modo, un 23 de abril y una vez se coordinó la acción con el establecimiento Supersol del Paseo del Revellín, comenzó esta gesta particular por parte de este gran equipo.
Supersol realizó lo que se vino a llamar una ‘bolsa solidaria’ conteniendo los productos básicos que cualquier cocina podría precisar: aceite de girasol y aceite de oliva, zumos, 6 litros de leche, arroz, lentejas, atún, garbanzos, pastas, azúcar, chocolate, tomate, galletas o pastas -entre otros – forman parte de esta ‘bolsa’ que, por solo 23 euros, servirán de mucho en numerosos hogares.
Turia se muestra muy satisfecha con la acogida que han tenido “en la que se han volcado trabajadores, amigos, familiares e incluso la propia Clece, que se ha comprometido a igualar la cantidad de alimentos conseguida en este recogida. Finalmente, el día de la entrega se ha cumplido la expectativa y han conseguido entregar al Banco de Alimentos, institución con la que hemos contado desde el primer momento los 3.000 kilos de comida, como era su deseo”, afirma ilusionada Turia, auténtica artífice de la iniciativa, quien añade que ante la imposibilidad de realizar recogidas físicas “en estos momentos de tanta necesidad, la intención de Clece es seguir recaudando y aportando al Banco de Alimentos todo lo que podamos. Desde la empresa se valora muy positivamente la aceptación que ha tenido esta acción de recogida de alimentos para los colectivos más desfavorecidos, que se ven incrementados por la situación que actualmente estamos viviendo”, añade Mohamed.
El acto de entrega, al que acudieron miembros del Banco de Alimentos, con su presidente al frente, Pedro Mariscal, que utilizó para hacer un llamamiento a la necesidad de continuar contando con la solidaridad de todos en un periodo de define de “auténtica hambruna en numerosos hogares” . Desde el tiempo en el que se inició el confinamiento, llevan repartidos “unos 300.000 kilos. Directamente atendemos a 800 familias con comida para un mes; solo son las familias que nos canaliza los Servicios Sociales, y añadimos a eso los comedores sociales, en los que se atienden a 700 familias más. A la vez las asociaciones como Luna Blanca, Cáritas, Septem solidaria, mujeres anónimas, la asociación de Benzú, donde se han repartido a 57 familias” añade el presidente del Banco de Alimentos.
Ante la imposibilidad de realizar ningún tipo de recogida física, han creado otro tipo de fórmulas de colaboración que facilitan la misma sin tener que desplazarse a supermercados ni similares, que era donde la institución realizaba sus conocidas recogidas solidarias de alimentación que movilizaban a tantísimas personas. Los tiempos de confinamiento no permiten estas acciones, pero la solidaridad no debe tener limitaciones físicas.
Esta recogida de alimentos responde, de forma excepcional, a la emergencia social derivada de la actual crisis sanitaria y social del Covid-19, en colaboración con el Servicio de ayuda a domicilio y Teleasistencia (Imserso), y los trabajadores que la componen, así como familiares, amigos, Banco de Alimentos, Servicios Sociales, empleados de Supersol del Revellín e incluso clientes habituales de este supermercado que han querido sumarse a esta generosa iniciativa.
Solidaridad virtual
La imposibilidad de realizar recogidas físicas en grandes superficies y supermercado ha obligado a depertar el ingenio de la solidaridad que ahora se puede realizar también de forma virtual.
Todas las formas de comunicación posible -teléfono, Whatsapp o las redes sociales- se han puesto al servicio de la generosidad para encontrar fórmulas con la que aportar un pequeño granito de arena; incluso han tenido que incorporar Bizum como medio de realizar aportaciones solidarias y es que, como afirma Mariscal, cade euro cuenta, y deben saber que “cada euro que se aporta, el Banco de Alimentos lo convierte en 15 kilos de comida” afirma.