El Juzgado de Instrucción número 4 ha dictado auto de archivo y sobreseimiento de la causa abierta contra Jacob Hachuel por una presunta prevaricación administrativa, al no echar del Cuerpo a dos policías locales que fueron condenados por una actuación. Vuelve a pronunciarse en el mismo sentido que lo hiciera en julio de 2017 pero con una novedad en este archivo: que cuenta con la adhesión del Ministerio Fiscal. En el auto, a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro de Ceuta, se concluye que tras la práctica de “numerosas pruebas” y a la vista de las “nuevas” realizadas así como “del informe presentado por el Ministerio Fiscal, no procede sino ratificar lo dispuesto en el auto de sobreseimiento” anterior.
La magistrada mantiene todas las interpretaciones previas y “únicamente hace hincapié” en que “para considerar un delito de prevaricación es necesario que la autoridad o funcionario público, a sabiendas de su injusticia, dicte una resolución arbitraria en un asunto administrativo, requisito que no se ha probado en el presente procedimiento”, concreta.
“Distinto es discutir”, añade, “si la decisión tomada es acertada o no. Sin embargo, como así viene a entender la Audiencia Provincial, los expedientes administrativos componen un totum revolutum que inducen a un error lógico de apreciación en la resolución final, pero esto, insistimos, no demuestra que nos encontremos ante la figura penal de la prevaricación, por lo que proceder acordar el sobreseimiento provisional”.
Contra este auto cabe presentar recurso de reforma, algo que puede hacer la otra parte, la que representa los intereses de la familia Mizzian, pero que, por ejemplo, no va a secundar en esta ocasión la Fiscalía.
El auto que ahora se conoce es la respuesta al dictado por la Audiencia que instó a analizar si procedía el cierre de la instrucción y en qué sentido, si el hecho de que no se actuara contra los agentes fue debido a un “despropósito continuado de dejadez, la ignorancia en aspectos administrativos esenciales de los organismos de la Ciudad o la voluntad directa de salvaguardar a los dos policías”.
Obvio, el Sr. Hachuel no ha prevaricado, pues no le corresponde la potestad de separar del servicio, sin embargo, debido a la cobardía de la audiencia el que si la tiene es impune, y prevarica sin solución de continuidad. Una cobardía que se manifiesta con los poderosos y una valentía con los débiles. Llamar justicia es un insulto a la independencia e imparcialidad judicial, más bien protoburocracia sectaria.
Las cosas tan extrañas que pasan en los juzgados de ceuta.... increible