El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, sometió ayer a la consideración del Consejo de Gobierno que lidera la carta que ha remitido a Pedro Sánchez para instarle a convocar una reunión de la Conferencia de Presidentes en la que dé cuenta directamente de las repercusiones que podrían tener los acuerdos que ha alcanzado con las formaciones nacionalistas para forjar una mayoría suficiente que le permita ser investido esta semana en el Congreso.
Se trata de una reivindicación justa y oportuna en tanto en cuanto parte de esos pactos tienen consecuencias directas sobre el sistema de financiación autonómica y sobre el trato que de la Administración General del Estado van a recibir las distintas regiones.
Es procedente que el presidente del Gobierno de España explicite ante los presidentes de cada autonomía, una vez superado el trámite de su investidura en las Cortes Generales, de qué forma van a afectar los acuerdos que ha cerrado con partidos regionalistas, nacionalistas e independentistas de Canarias, Galicia, Euskadi o Cataluña al resto de territorios del país.
Esta reivindicación no debe interpretarse como un gesto de deslealtad institucional, sino como una exigencia de aclarar las repercusiones para el conjunto de pactos particulares en un momento en el que la necesidad de articular un nuevo sistema de financiación autonómica vuelve a estar sobre la mesa como prioridad. También cuando la transferencia de competencias sigue siendo objeto de disputa y es necesario certificar que los principios constitucionales de igualdad y solidaridad siguen plenamente vigentes.
¿Pero ya le va mandar la carta? Mejor pasado mañana.
Otra cosa, ¿la bola de la Gran Vía, la va a poner en otro sitio de aquí, o la va a mandar a Moncloa?