El candidato a la Presidencia de la Ciudad
del PP, Juan Vivas, se ha preguntado este jueves ante los periodistas si el
líder del PSOE de Ceuta, Juan Gutiérrez, se cree “el caudillo de
Trace” o si “considera que tiene secuestrada la voluntad de los trabajadores” de la concesionaria del servicio de limpieza pública viaria que los populares apuestan por municipalizar contra la opinión de los socialistas. “Aunque es el encargado general de Trace y el representante sindical del Comité de Empresa, eso no le habilita para hablar en nombre de todos los trabajadores de Trace, facultad que no me arrogo porque les tengo muchísimo respeto... Yo creo que Trace no es un cortijo de Gutiérrez”, ha valorado el líder del PP
la oposición del PSOE a que la Ciudad asuma la gestión directa del servicio, un paso con el que según Vivas “los trabajadores no perderían nada y ganarían en estabilidad”. “
La opinión de Gutiérrez me parece contradictoria, aunque no sé si la hace como encargado general o como representante de los trabajadores”, ha dudado Vivas sobre si el socialista defiende los intereses de su empresa o de los empleados. A renglón seguido, el cabeza de lista del PP ha asegurado que la de la municipalización no es “ni una ocurrencia” ni “un intento de meterme con Gutiérrez”. “Él no tiene la exclusiva sobre a quién preguntarle y de hacer lo que él diga... Eso me recuerda a otros tiempos, pero ahora vivimos en una democracia y las opciones políticas pueden opinar”, ha advertido.
"Cuando hablamos de gestión directa pensamos en la calidad del servicio"
Eso es lo que ha hecho: a su juicio, asumir el servicio como se ha hecho con los autobuses permitiría ganar en “complementariedad” y en “flexibilidad”. “Ya hemos tomado dos iniciativas con el conocimiento, porque lo ha aprobado, del PSOE, como son que la Ciudad adquiera la maquinaria y construya la base logística para la limpieza viaria”, ha recordado Vivas. Ahora, para hacer “complementario” ese servicio con otros como los de
Obimace, Tragsa o las
Brigadas Verdes, “lo mejor es que el primero lo gestione también directamente la Ciudad”. En segundo lugar sería positivo para ganar en “flexibilidad” a la hora de adaptar la inversión a las circunstancias financieras y no volver a verse en la “carrera de obstáculos” que ha supuesto intentar mejorar el servicio entre 2013, cuando se adjudicó a la baja, y 2023. “Cuando hablamos de gestión directa pensamos en la calidad del servicio, en la ciudadanía y en los trabajadores, que no perderían nada y solo ganarían en estabilidad”, ha terminado.