Hemos tenido el placer de conocer a José Luis Martín, un aficionado a la ebanistería desde que tenía 21 años. Con su dedicación y esfuerzo ha conseguido convertirse en un auténtico profesional, como demuestra en cada una de sus creaciones. Creaciones que además realiza con madera reciclada en su pequeño taller en Ceuta en el que hace “de todo”.
Como bien explica Martín, sus creaciones nacen de la inspiración. La materia prima es la madera, pero no comprada, cada artilugio que nace de sus manos sale de maderas recicladas que encuentra en la basura o que aprovecha de la tala de los árboles.
También se podían observar en el taller puertas de muebles de cocina antiguos, puertas de armarios…
Según este artista desconocido, “esta pasión nace contigo. Desde los 12 años siempre me he arrimado a personas que hacen cosas”.
Hemos accedido al privilegio de presenciar cómo Martín trabaja en directo en una de sus creaciones “joya de la corona” que pueden ver en el vídeo que acompaña la noticia.
Martín saca una fotocopia de Pinterest, la pega sobre la madera, dibuja los cortes y pasa a la máquina con la que a través de una segueta de pelo fino sigue las líneas dibujadas para conseguir cada elemento.
Tras obtener cada parte juega con la profundidad para dar vida a la creación.
“A la hora de hacerlo yo procuro empezar por la parte que sobresale, en este caso es la frente. Los labios irían introducidos en la cara… este trabajo me va a ser más complicado hacerlo porque no es un diseño destinado para ebanistería”, explica Martín.
En su taller, Martín cuenta con máquinas que él mismo hace a partir de materiales reciclados, como el motor de una bomba de agua o el tambor de una lavadora.
Para finalizar la estancia en su taller ha querido dejar claro que él no vende ninguna de sus creaciones y que es “un trabajo que es para satisfacción mía, para verme después en el salón de mi casa y en vez de mirar la tele, miro todo aquello que yo hago y pienso: “Lo que he sacado de algo que había en la basura”.
Y del taller nos dirigimos a casa de Martín, una vez allí nos enseñó unas creaciones muy propias de un artista consolidado.
La primera obra de arte que nos mostró fue una noria que restauró, un objeto muy memorable creación de su suegro, que falleció.
A esta noria le añadió muñecos de madera y le fabricó una base porque la que tenía estaba muy deteriorada.
“Un tiempo me dio por hacer coches, y ahora tiene coches toda la familia”, dice bromeado este simpatiquísimo hombre.
También nos mostró una espada romana, un caballo de madera que parece sacado de una exposición, un árbol de Navidad, unos joyeros, un recibidor y una mesa a la que no le falta detalle en la que se puede observar una palabra en árabe cuyo significado es Bienvenido. Toda creación mencionada es propia de Martín.
“Para dedicarse a estas creaciones debe gustarte mucho y dedicarle tiempo porque si no, no vale. Mi mujer muchas veces se enfada porque paso por los contenedores y le digo: ¡Mira una madera para coger!”, finaliza bromeando este artista.