Jefe del Regimiento de Caballería: "Con lealtad y compañerismo no defraudaremos"

El acuartelamiento Coronel Galindo de Ceuta ha acogido la Toma de Mando del teniente coronel José Miguel Benéitez Martínez, nuevo jefe del Regimiento de Caballería Montesa número 3 de la Comandancia General de Ceuta. Tiene previsto ascender a coronel en las próximas semanas.

El acto comenzó con la entrada del estandarte del Regimiento de Caballería Montesa número 3 a los sones del himno Nacional con todos los presentes en pie mostrando su respeto.

Posteriormente realizó la entrada el comandante general, Marcos Llago Navarro, que pasó revista.

Uno de los momentos más emocionante fue cuando el saliente del Regimiento, el coronel Eduardo García Tafalla, le entregó el guion de Caballería al teniente coronel José Miguel Benéitez Martínez.

El acto prosiguió con las palabras de Benéitez a todos los presentes donde no se olvidó ni de su antecesor ni, por supuesto, de los militares que integran este Regimiento. “En este día tan señalado en mi vida militar en la que tomo el mando del Regimiento de Caballería Montesa 3 de Ceuta, quiero agradecer al Mando del Ejército de Tierra la confianza que en mí ha depositado para este cometido”.

“Asimismo, quiero agradecer su presencia y que hayan venido a acompañarnos a mi querida familia, mi madre, mis hermanos y por supuesto mi querido padre al que hoy echo mucho de menos y sé que nos ve desde el cielo. A mis amigos y a mis compañeros, siendo consciente del esfuerzo que ha supuesto para los que han venido desde diferentes y en muchos casos lejanos puntos de nuestra querida España”, añadió.

Los recursos humanos, lo mejor

El teniente coronel explicó que cuando le dieron la noticia de que estaría al mando de este Regimiento pasaron por su cabeza y corazón “una mezcla de sentimientos y pensamientos difíciles de explicar”. “Soy un convencido de que lo más importante en todo tipo de organizaciones son las personas, los recursos humanos. Los otros tipos de recursos son indispensables, como los materiales y los financieros, pero los recursos humanos son otra cosa. Son personas, tienen alma, tienen sentimientos, se motivan, se ilusionan, y también sufren y se decepcionan. Son personas, con sus vidas, con sus problemas profesionales, personales y familiares”.

Benéitez señaló que uno de los mayores retos que se aborda hoy en día en el Ejército consiste “en conjugar la máxima operatividad posible de nuestras unidades con el estricto cumplimiento de la normativa relativa a nuestro personal, garantizando el mejor desempeño posible de nuestros cometidos y el cumplimiento de nuestros deberes, con el ejercicio de los derechos legalmente reconocidos”.

En el discurso no han podido faltar palabras a los militares que desde este viernes estarán a su cargo. “Vivir nuestra profesión militar en los valores militares debe ser nuestro día a día. Muchos observan una decadencia en valores de nuestra sociedad y os miran, nos miran, a los militares como una auténtica esperanza. Creedme”.

Asimismo, el teniente coronel ha detallado que no defraudarán en ningún momento. “Con Lealtad, siempre recíproca, entre superiores, compañeros y subordinados. Con sincero respeto, y por supuesto con fidelidad a Su Majestad El Rey y a nuestros jefes. Con Compañerismo, uno de los pilares en la relación entre militares, más allá del empleo y la jerarquía. Forjado en el trabajo diario. Fortalecido en las vivencias comunes de la unidad, en ejercicios, de servicio, en operaciones”.

Una vez finalizado el discurso, entonaron con fuerza el himno de Caballería Montesa Ya para finalizar se realizó el tradicional desfile con el que se puso el punto y final al acto.

Perfil del nuevo jefe de Caballería

El teniente Coronel José Miguel Benéitez Martínez nació en Madrid el 22 de febrero de 1969. Ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza en 1990 y en julio de 1996 fue promovido al empleo de teniente de Caballería, siendo su primer destino, precisamente el Regimiento de Caballería Montesa 3.

Ahora llevará las riendas de una de las unidades con más peso en nuestra ciudad, una Ceuta en la que la combinación entre sociedad civil y militar es clave.