Ismael Mohamed es un joven de Ceuta de 21 años que, al igual que todas las personas a esa edad, persigue un sueño: llegar a ser jinete profesional.
Desde pequeño siente una gran pasión por los caballos, tal y como él mismo cuenta. “Cuando tenía unos seis o siete años y fui a la feria había unos ponis que me gustaron y mi hermano mayor me animó a hacerme unas fotos con ellos. Los acaricié y desde ahí empecé a decirle a mis hermanos que me apuntaran a clases de hípica”.
Cuando tenía en torno a 10 años, Ismael tuvo la oportunidad de asistir a una hípica en Marruecos en donde empezó a montar a caballo.
Más tarde, cuando ya tenía 18 años, comenzó clases de hípica en el Instituto Ceutí de Deportes. Allí “hacía mis actividades, pero digamos que me aburrí y yo quería hacer otras cosas diferentes, como salir solo de ruta por la playa, el pantano o la carretera”.
Por eso, con 21 años abandonó esas clases y desde entonces practica por su cuenta gracias a un amigo que le presta su caballo y que Ismael lo cuida como si fuera suyo.
Tal es así, que actualmente este joven ceutí realiza rutas cada vez que puede en diferentes lugares de la península, como en Campanillas, Málaga; o en Los Barrios, Algeciras, donde estuvo este pasado fin de semana.
En estas rutas realiza actividades con las que se siente más cómodo, como paseos por el campo al trote o al galope, disfrutando así también de la naturaleza.
Para Ismael, que padece una discapacidad intelectual, montar a caballo es ahora mismo un hobby, aunque su sueño es convertirse en un jinete profesional y llegar a competir, aunque para eso necesita primero formar parte de un club de hípica. Además, le gustaría que desde la Ciudad le facilitaran recursos para poder montar a caballo tanto como un hobby como para llegar a formar parte de un club de hípica donde poder cumplir su sueño.