“Marruecos vuelve a tensar sus relaciones diplomáticas con España al acusar a la Guardia Civil y a la Policía de presuntas prácticas racistas e inhumanas” –según leo en el Diario ‘ABC’ en su número del pasado lunes–. Lo hace a través de una nota oficial del Gobierno de Rabat, que asegura que una patrulla del Cuerpo de la Benemérita arrojó el pasado viernes al mar, frente a las costas marroquíes a ocho inmigrantes subsahariano “en un estado de salud crítico” y, en otro comunicado, se acusa a la Policía Nacional de golpear a varios ciudadanos marroquíes en la frontera de Melilla”.
Cada vez que Marruecos tiene problema interno, allá que me salen con algo que afecte a España y ahora lo tiene, y gordo, con la cuestión del Sahara para, si España tiene que decantarse por el sí o el no de la descolonización; a ver si puede ponerse de su parte. ¡Pues no son nadie los gobernantes marroquíes con S.M a la cabeza, a la hora de buscar un rifirrafe… y que mejor hacerlo contra España por la blandura de sus gobernantes de unos años a esta parte!.
Considero canallesco que un País que se considera amigo (¿?) de nuestra Nación diga en nota oficial de su Gobierno que la Guardia Civil española arrojó al mar a unos inmigrantes subsaharianos cuando, esa Guardia Civil, casi a diario, rescata del mar a criaturas de esa nacionalidad y marroquíes que buscan una vida mejor porque en sus países se mueren de hambre por falta de trabajo y, también, de una asistencia humana que no la tienen donde nacieron. Quienes mandaran redactar esa nota son un unos miserables. Pero claro, todo sea por tensar esas relaciones con España, por lo que digo del Sahara y las ciudades ESPAÑOLAS de Melilla y Ceuta, lo que se demuestra con ese machaqueo de un par de años acá de ‘Ciudades ocupadas’. Si me valiera les mandaría de una puñetera vez al carajo.
Se acusa también a la Policía Nacional de golpear a varios ciudadanos marroquíes en la frontera con Melilla, antes de informarse cuál fue el proceder de esos ciudadanos: negarse a presentar sus documentaciones, zarandear a los agentes que se las solicitaban, escupirles a la cara e insultarles, envalentonados de tal forma que ellos hubieron de responder para reducirles, nunca golpearles. ¡Vamos, lo ocurrido sucede allí en Marruecos con ciudadanos españoles y a estas alturas están Kenitra…!
He leído en la misma información de ‘ABC’ que “fiel a su estrategia, el Ministro de Exteriores español ha preferido no responder a la nueva provocación de Rabat para no echar más leña al fuego”. De auténtica vergüenza; no se puede molestar a S.M. y al Gobierno marroquí no sea que se enfaden y, entonces, ya no nos acepten los millones de euros que allí se envían de vez en cuando como, por ejemplo, los últimos CUARENTA que va a costar a los españoles la construcción de dos centros para acogida de menores y lo que cuesta a España el mantenimiento de los existentes en Ceuta y Melilla, a los que se da cobijo a cerca de quinientos niños con pensión completa, servicios médicos, clases de educación y vestuario; niños que Marruecos se niega a repatriar para estar con sus respectivas familias; enfado por parte de Marruecos, también, que puede dar lugar a ‘prohibirles’ a sus ciudadanos que entren en Melilla para recibir asistencia médica en los centros de salud de nuestra ciudad y Hospital Comarcal en el que, a diario, vienen al mundo niños marroquíes… Una prohibición, incluso, que podría alcanzar a esos centenares de marroquíes que vienen a Melilla a trabajar o buscarse la vida de otra forma porque allí, en el ‘Reino’ alauita se morirían de hambre. ¡Y claro, para evitar ese enfado, el Ministerio de Exteriores español, “fiel a esa estrategia” ha preferido no responder a la nueva provocación de Rabat. Iba a soltar un taco para terminar, pero prefiero tragármelo por respeto al lector.
Y encima tontos
Una asociación afín a Mohamed VI –Comité Nacional de Liberación de Ceuta y Melilla–, presiona a España con un bloqueo a dichas ciudades para impedir la entrada en ellas de pescado, cemento y ladrillos.
Pues, muy bien, consumiremos pescado congelado que está riquísimo y además tiene muchas más vitaminas, procedente de la Península, y lo mismo puede hacerse con el cemento y los ladrillos; ¡faltaría más…!
¿A quiénes creen que van a perjudicar con tan absurdo bloqueo?. Pues a los pescadores que tienen sus puestos en los mercados melillenses, el 99% musulmanes marroquíes y, en cuanto a los citados materiales de construcción, ídem de lo mismo, porque como casi todos sabemos, son muchísimos los marroquíes que diariamente vienen a Melilla para trabajar en las obras que aquí se llevan a cabo.
Aplíquese el cuento el Sr. Munaim Shauki, coordinador de relaciones exteriores del citado Comité Nacional de Liberación.