Dirigido por el profesor Sebastián Sánchez Fernández, del Departamento de Didáctica y Organización Escolar del Campus de Melilla, se ha editado el libro ¿Por qué dejé de estudiar?, que recoge trabajos de investigación en los que han participado profesores de distintas disciplinas de los campus de la UGR en Ceuta y Melilla sobre el abandono escolar temprano.
Coordinado por Inmaculada Alemany Arrebola (Melilla) y Santiago Ramírez Fernández (Ceuta), el libro contiene el resultado de los trabajos de una docena de profesores e investigadores, con que se mide el índice de jóvenes de 16 a 24 años de la población de Ceuta y Melilla que abandona el sistema educativo sin haber obtenido la titulación académica suficiente para conseguir una inserción laboral más cualificada.
El informe que se recoge en este libro fue elaborado en el contexto del Convenio de Colaboración entre el Ministerio de Educación y la Universidad de Granada para la puesta en marcha de iniciativas conjuntas dirigidas a la mejora de la calidad de la atención educativa de las personas con escasa titulación, a la reducción del abandono temprano de la escolarización y al perfeccionamiento de la formación del profesorado no universitario en las ciudades de Ceuta y Melilla (diciembre, 2008).
En el volumen, de más de 320 páginas, se indica que el mayor porcentaje de alumnos que abandona sus estudios en edad escolar, en Ceuta y Melilla, lo hace entre los 16 y 17 años y significa las “razones” de los alumnos respecto de las causas de abandono escolar. Así, entre los motivos que aducen los alumnos están: “El sentirse aburrido”, “tener problemas físicos de salud”, o “recibir sanciones disciplinarias y empatizar con el absentismo de los amigos”.
Un tercio aproximado de los estudiantes encuestados en Ceuta y Melilla no confía en sus posibilidades académicas y muestra una baja autoestima acerca del éxito escolar. Según el estudio, el 73 por ciento de los jóvenes de Ceuta tampoco posee titulación alguna.
En el informe, desarrollado en el ámbito del convenio de colaboración firmado entre el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte y la Universidad de Granada, con subvención del Fondo Social Europeo, se consideraron distintas variables, tales como el género de los alumnos encuestados, el grupo cultural al que pertenecen, o la edad.