De heróica puede definirse la labor del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en la tarde de ayer, cuando su rápida intervención cerca de Punta Almina consiguió salvar la vida de 21 magrebíes que intentaban llegar hasta las costas peninsulares en una embarcación que se encontraba prácticamente hundida.
21 personas, entre ellos cinco mujeres, un menor y dos menores no acompañados que pusieron en riesgo sus vidas para cruzar un estrecho, el de Gibraltar, que ya se ha cobrado suficientes sueños en una travesía que no se agota en apropiarse de vidas.
Habían intentado cruzar el Estrecho cuando la embarcación, cargada hasta los topes, se hundía, por lo que sus vidas se enfrentaban al peor de los destinos. La rápida intervención de los componentes de la Benemérita evitó una tragedia al conseguir la recuperación de estos 21 inmigrantes.
Y es que en esta situación de presión migratoria, la labor desempeñada tanto por la Guardia Civil, como por Salvamento Marítimo o Cruz Roja es realmente encomiable, pues, tal y como ocurrió el pasado sábado, las desesperación es tal que hace que para emprender rumbo a lo que entienden es un futuro mejor se introduzcan en embarcaciones en pésimas condiciones, que no aseguran una llegada, protagonizando salidas extremas de las que no se sabe, en muchas ocasiones, su destino final.
Son auténticas tragedias humanas en las que una rápida intervención puede ser la diferencia entre la vida y la muerte y en las que la coordinación es fundamental a la hora de poder salvar a estas personas en una crónica casi diaria de la que solo conocemos una pequeña parte. Un Estrecho que se ha convertido en un auténtico cementerio de sueños, de embarcaciones hundidas y vidas sumergidas en un mar de desesperanza, donde la actuación de algunos rescatan de las garras de la muerte a muchos de ellos, como ha sido el caso de ayer.
La poblacion musulmana de Ceuta es autoctòctona, no vino en pateras, respecto a la convivencia, nunca la ha habido, ni la hay, ni la habrà, siempre ha habido un muro ficticio entre estas culturas que las separa, una parte de la poblacion lleva ojeras que les obliga a mirar fijamente en solo una direccion, y no hay que engañarse.