Agentes de la Guardia Civil trasladaron al puerto deportivo en la madrugada de ayer otra balsa playera con ocho subsaharianos a bordo. Todos ellos varones, dotados con chalecos y flotadores, fueron trasladados al CETI, 24 horas después de haberse batido el récord en las entradas con el pase de 47 compatriotas en un sólo día. La intervención la llevó a cabo el Servicio Marítimo en aguas de la bahía sur, convertidas en el punto de mayor presión fronteriza. La propia Benemérita se hizo cargo del grupo sin que tuviera que pedir apoyo a la Salvamar ‘Gadir’, como ha ocurrido en los anteriores servicios.
Julio va perfilándose como el mes con mayor número de entradas, alcanzando las 130 en menos de una quincena. Curiosamente la práctica mayoría de los que han entrado en la ciudad proceden del mismo bosque, el ubicado en las cercanías de Castillejos. Las historias conocidas de madrugada son similares a las que se han ido repitiendo en cada una de las escenas migratorias producidas en estos días. Se trata de subsaharianos que confiesan haber permanecido varios meses escondiéndose de las duras batidas que lleva a cabo Marruecos en los montes. Batidas que se traducen en la detención de los inmigrantes y en su posterior traslado a la frontera con Argelia haciendo empleo de malos tratos.
Ser menor, una excusa a examen La Policía Nacional se está topando con varios casos de subsaharianos que manifiestan ser menores. Lo que empezó siendo algo meramente anecdótico se está convirtiendo en algo más habitual. De hecho en la entrada de 47 subsaharianos que se produjo el pasado viernes, varios de ellos manifestaron a los agentes de Extranjería que no habían alcanzado la mayoría de edad, pidiendo así una protección institucional. Al ser advertidos los agentes deben acordar la realización de las llamadas pruebas osométricas para conocer si la versión manifestada es acorde con la realidad, aunque por el aspecto físico de los subsaharianos ellos piensen todo lo contrario. Dos recientes sentencias han puesto en duda la fiabilidad de las pruebas radiológicas -fundamentalmente de la muñeca y la dentadura- que se utilizan para determinar la edad de los menores, unos exámenes que pueden tener un margen de error de dos años, que en el caso de los subsaharianos les perjudica dada su mayor corpulencia. Muchos países africanos tienen registros civiles de dudosa fiabilidad y emiten pasaportes a partir de la mera manifestación sobre datos personales. En Costa de Marfil, Ghana o Togo, no se inscribe a los niños hasta transcurridos varios años.
Otros datos Presión en EspañaLa presión sobre Ceuta y Melilla es eminentemente marítima. En julio, por esta vía, han llegado 130 inmigrantes; aunque se ha registrado el pase de alguno más pero escondido en vehículos, lo que incrementa la cifra en pocos casos más. En Melilla, al igual que aquí, esta mayor presión se traduce en que los CETI estén al completo, superando en ambos casos los 600 ocupantes. Sobre la península sigue esa presión con la llegada de embarcaciones directamente a puntos del sur peninsular.
Presión en EuropaEl dato crítico se situaba ayer en Lampedusa. Hasta allí llegaban cuatro embarcaciones procedentes de Libia con 1.042 inmigrantes a bordo, entre ellos 122 mujeres y 33 menores de edad. La isla italiana soporta la llegada de inmigrantes, sobre todo subsaharianos. Las cuatro barcas habían sido avistadas por las autoridades italianas en el Canal de Sicilia.
Moneda de cambioLos subsaharianos están siendo utilizados por los países árabes en convulsión política como moneda de cambio. La mayor llegada de subsaharianos se produce, en buena parte, por los vaivenes políticos que están sucediéndose. El dictador Gadafi ya advirtió que presionaría a Europa utilizando a los subsaharianos. Algunas de estas barcazas son obligadas a salir, habiéndose dado el caso ya de varios naufragios.
RecursosLa reciente visita de la secretaria de Estado de Inmigración, Anna Terrón, ha dejado como simbólicos anuncios un apoyo moral a los integrantes del CETI y el compromiso de trasladar a la lista de los inmigrantes vulnerables. A esto se le añade el traslado de inmigrantes de determinadas nacionalidades que sí están siendo, ahora, admitidos en sus países de origen tal es el caso de Camerún o Gambia.