Un grupo de alumnos de Educación Primaria de Ceuta ha creado unos algoritmos para que, con el entrenamiento de la Inteligencia Artificial, al encender la cámara de un aparato inteligente y apuntar a un monumento del centro de Ceuta salga una pequeña explicación histórica con una imagen antigua. Lo han trabajado de la mano del docente Pablo Dúo, tutor de 6º C del colegio público Príncipe Felipe.
El profesor aprovechó el final del segundo trimestre para iniciar con sus 12 alumnos esta actividad que les permitió aunar contenido de las asignaturas de Ciencias Naturales —en la que se abordan las máquinas y la tecnología— y de Ciencias Sociales, por la parte de historia. “Adquieren competencias digitales y a la vez entienden el mundo que les rodea y cómo funcionan las máquinas”, destacó Pablo Dúo a este medio.
En clase prepararon unos textos breves sobre algunos edificios y monumentos de Ceuta, como el arco y las estatuas de los nazarenos en la Plaza de los Reyes, la casa de los Dragones, la de Marañés, la Delegación del Gobierno o la iglesia de San Francisco.
Con la plataforma Learning ML —de Machine Learning (“aprendizaje de máquinas”), un conjunto de técnicas de Inteligencia Artificial para el aprendizaje automático— los pequeños etiquetaron algunas imágenes y las explicaciones. Más tarde, se acercaron hasta la ubicación de estos lugares para tomar unas diez o doce fotografías desde distintos ángulos y “entrenar” al aparato.
“Esa máquina lo que hace es aprender para que cuando volvamos a hacer una foto de los edificios establezca un porcentaje de probabilidad de que case con las imágenes que hemos tomado anteriormente”.
Los estudiantes etiquetaron el arco y el nazareno de la Plaza de los Reyes
Una vez tuvieron esos bloques de información, los alumnos de sexto recurrieron al Scratch, un lenguaje de programación visual muy utilizado en las primeras etapas educativas por su sencillez. En el CEIP Príncipe Felipe, informó Pablo Dúo, se empieza a manejar Scratch desde cuarto curso.
“Lo que hicimos nosotros es poner que siempre que esté encendida la cámara y detecte uno de los monumentos, automáticamente salga encima la foto antigua que nosotros le hemos asignado a cada uno”, explicó Dúo.
Es decir, que si se apunta con la cámara del móvil hacia el arco de la Plaza de los Reyes, en la pantalla aparecerá una ventana con una imagen de la entrada al antiguo Hospital Real a la que pertenecía y una pequeña descripción. Con esta actividad, por tanto, el alumnado trabajó el pensamiento computacional y parte de la historia de su propia ciudad.
Pero esta idea de Pablo Dúo tiene su utilidad más allá del ámbito escolar: “Esto mismo sería si por ejemplo en Ceuta quieren hacer una aplicación turística. Si estos algoritmos se metiesen en una aplicación de móvil el turista, sin necesidad de buscar en internet, solo enfocando con la cámara al monumento, le saldría la historia”. Y el docente piensa más allá y propone sacar fotos a las fachadas de las cafeterías para que de forma automática se vea la carta del establecimiento sin necesidad de meterse en su interior ni buscar una pegatina con el código QR. Lo mismo podría funcionar para ver obras en un museo.