Dice el presidente de la Ciudad que la seguridad es asunto de todos, de los ciudadanos y también de los medios de comunicación. Me quedé con ganas de que Juan Vivas concretara sus matizaciones, después de que, de nuevo, vuelva a hablar más como delegado del Gobierno que como alcalde, en una necesidad imperiosa por dar la cara ante un asunto que ya le ha estallado en las manos al propio delegado del Gobierno, que ni está ni se le espera. La seguridad, querido presidente, hay que cuidarla y es obligación de todos el colaborar con quienes tienen la competencia de garantizarla, que no son otras que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que, para ello, deben disponer de los recursos humanos y materiales suficientes, algo que debe ser aportado por los políticos. ¿Se da cuenta? Al final el círculo vuelve al mismo origen: a la clase política. Desviar la atención echando la pelota a los tejados que convienen no es de recibo, así que, como sus apreciaciones a buen seguro que nunca serán matizadas (es algo que no suele hacer) nos quedaremos con la incertidumbre de qué ha querido decir el alcalde-delegado cuando responsabiliza de la seguridad a ciudadanos y medios de comunicación.
Reconocer que tenemos un grave problema en materia de seguridad no es ser alarmista, si es que por ahí han ido sus mensajes. Muy al contrario, significa ser responsable. Porque responsable es detectar un problema que nos afecta a todos para después resolverlo como se merece. Pero no. Aquí parece que nada pasa. Aquí los políticos solo se dedican a esconderse o a criminalizar a determinados colectivos culpabilizándolos de todo lo habido y por haber, encendiendo aún más el odio que algunos ya están gestando.
Algo mal están haciendo para que llevemos mucho tiempo con un índice de criminalidad disparado. Un índice que se palpa en la calle, no en las estadísticas. Un índice preñado de robos, agresiones y sucesos de tanta gravedad como la muerte, ayer, de un joven de 18 años en una barriada que hace meses que está denunciando el abandono que está sufriendo. ¿Los escucha? Porque la gente en la calle quiere soluciones, protesta, reclama medidas. Y no me estoy refiriendo a un grupo de Facebook o a una manifestación concreta, no, me refiero a lo que los vecinos de las distintas barriadas le pueden trasladar si escucha su malestar por lo que está pasando en la ciudad. O, sin ir más lejos, si escucha a los propios policías, a los que en la calle se les culpa de lo que sucede, cuando ellos son también víctimas de un sistema que no funciona, que no aporta medios, que quema a las unidades.
Pero insisto, me dirijo a usted porque usted habla, pero quien debe contestar, hablar y comparecer para responder no a este periódico sino a la inquietud ciudadana es el delegado del Gobierno. El alcalde gestor está para otros menesteres, aunque entiendo que también esté preocupado. Mucho.