Las obras de la calle Pedro de Meneses, que comenzaron el pasado 8 de agosto, continúan su curso. Los trabajos, previstos inicialmente para tres meses, están pensados para terminar de ejecutarse durante la primera semana de septiembre. Actualmente los obreros de la empresa Africana de Contratas y Construcciones -ACC- ya están colocando las nuevas tuberías de la red de saneamiento, abastecimiento de agua potable y alumbrado público.
La zanja abierta para la ejecución de esta obra ocupa prácticamente toda la plaza, lo que ha obligado a los comercios de la zona a cerrar sus puertas, al no haber espacio para pasar. Aún así en los días previos, cuando aún había alguna zona por la que se podía acceder a los mismos, el ruido de las máquinas taladrando el acerado era ensordecedor, lo que alejaba a posibles clientes. El descontento de los dueños de los negocios es palpable y no dudan en decir que les han dejado “en la miseria” porque les han obligado a cerrar.
Aunque se prevé que todas las nuevas tuberías estén colocadas durante la primera semana del mes próximo y el nuevo acerado repuesto, coincidiendo con el inicio del próximo curso escolar el 8 de septiembre, algunos obreros se muestran cautos ante ese pronóstico debido la cercanía de dicha fecha. Los operarios de ACC se han encontrado sin espacio para meter maquinaria pesada, lo que dificulta el desarrollo de la actuación integral en la calle. Asimismo, han recibido tuberías que deberían estar ensambladas y no lo están, lo que añade aún más dificultad a la actuación.
Los dueños de las cafeterías que hay en esa calle están inquietos ante la perspectiva de que los trabajos se alarguen más allá de lo anunciado. Una parte de sus ingresos proviene de los desayunos que toman tanto los trabajadores de la zona como los padres y madres que dejan a sus hijos en los centros escolares. De iniciarse el curso escolar sin las obras finalizadas, tendrían que añadir más pérdidas a las que ya están teniendo tras tres semanas con la persiana echada.
No solo los comerciantes están viviendo las consecuencias de los trabajos. Una de las salidas de garaje que hay en la zona está completamente inutilizada, ya que da a la zona de las obras. Los vecinos que viven en los portales de Pedro de Meneses se encuentran a escasos centímetros la valla que delimita la zanja y para salir de su calle tienen que caminar por un estrecho pasadizo hasta llegar a las vías adyacentes.
Otra incertidumbre es si cuando se terminen los trabajos volverán a plantarse los árboles que fueron retirados el pasado día 8 de agosto, que fueron sacados de raíz y trasladados a otro lugar, presumiblemente el vivero municipal. Unas plantas que proporcionaban sombra y oxígeno y cuya vuelta sin duda alegraría a vecinos, comerciantes y clientes.