Esta es la historia de Juan Alfonso y Joan Fabiano Bolaños, padre e hijo. Ellos llegaron a Ceuta con la intención de solicitar asilo en las oficinas ubicadas en el Tarajal, consiguieron su cita y horas después fue cancelada, perdiendo su derecho a ser atendidos.
En compañía de un abogado que los respaldaba desinteresadamente, acudieron a las oficinas de El Faro para contar la injusticia de la que dicen ser víctimas.
Este padre e hijo huyeron de Perú porque sus vidas estaban en peligro. Esta familia estaba siendo extorsionada por "criminales que viven de cobrar cuotas mensuales y extorsionan a ciudadanos autónomos o todo aquel que sea comerciante o tenga ingresos económicos por encima de la media en su ciudad". Estos, en un intento de salvar sus vidas y encontrar una vida mejor, se marcharon del país.
El derecho de asilo y protección subsidiaria
Acudieron a las oficinas del Tarajal para contar su situación a la Policía. Allí obtuvieron los documentos firmados de la “aceptación de información para el proceso de solicitud de protección internacional”. Todo iba sobre ruedas.
“Junto al documento de aceptación se incluía la información para los solicitantes de protección internacional en España: Derecho de Asilo y Protección Subsidiaria”, cuenta.
Tras este primer paso se pidió digitalmente la cita para iniciar los trámites, tal y como les indicaron. El mismo día que obtuvieron la cita fue cancelada dos horas después. No entendían el motivo, por lo que llamaron para pedir explicaciones sobre lo ocurrido. Esto ocurrió el pasado 17 de marzo.
Viviendo de la caridad
Esta cita estaba datada el 2 de abril para el padre y el 3 para el hijo, pero ambas fueron canceladas. Según cuenta esta familia, desde las oficinas, en una primera instancia, les comunicaron que habían sido canceladas porque sospechaban que estas citas habían sido compradas, un hecho difícil debido a su situación económica.
Los Bolaños viven actualmente de la caridad. “Ahorita nos estamos alimentando en una mezquita que nos está apoyando con los almuerzos y estamos viviendo en una casa abandonada prácticamente. También nos ha apoyado Cáritas y la Cruz Roja”, indican.
“Sin dinero, comida ni dónde dormir, ¿cómo vamos a comprar una cita?”, dicen con preocupación.
Urgencias médicas
La urgencia de conseguir esta protección tiene que ver con una enfermedad urológica que Joan Fabiano Bolaños presenta, habiendo acudido ya tres veces a urgencias sin poder ser derivado al urólogo por no disponer de seguridad social y su seguro privado ya cumplió.
El abogado que los acompañaba entiende que si se realiza esta acusación debería ser comprobada y, en este caso, pueden corroborar que la gestión se hizo desde sus teléfonos móviles.
Además, cuando intentaron insistir para recuperar su cita, según cuentan estos inmigrantes de Perú, les indicaron que esta cita la debían pedir fuera de Ceuta, que desde estas oficinas no gestionaban este proceso a peruanos.
Por otro lado, su situación, al haber entrado al país con un pasaporte y documentación reglamentarias, parecía ser un oponente a iniciar el proceso requerido de asilo.
El motivo: su situación regular
“Nos dijeron por teléfono que al tener una situación regular no podíamos acceder a esta cita, que deberíamos ser irregulares, como los marroquíes. Y yo le dije que si tenía que entrar nadando para poder obtener esa cita”, cuenta Bolaños.
Este padre, preocupado por la situación tanto suya como de su hijo, cuenta que le transmitieron que, según la norma, al estar de forma regular no podían atenderlo. Estos requirieron esa norma, pero no se la facilitaron, les dijeron que fueran a las oficinas.
Estos se mueven a pie, pues no tienen dinero para pagar autobuses u otros transportes, por lo que ir hasta la frontera andando y añadiendo la patología urinaria de su hijo, supone un esfuerzo enorme.
Falta de información en sus peticiones
Asimismo, han denunciado la falta de información ofrecida a los inmigrantes que viajan hasta Ceuta para agilizar los procesos de esta solicitud. “Nos obligan a quedarnos un mes aquí en la ciudad”.
A más pesar, tras su insistencia en conseguir esa esperada cita, les comentaron, según transmiten ellos mismos, que si su situación era gestionada podría ocasionar un efecto llamada para otros inmigrantes, dando a entender que la mejor opción era hacerlo fuera de Ceuta para evitar posibles llegadas de inmigrantes de otros países para agilizar el trámite de sus papeles en nuestra ciudad.
Esta familia siente que está sufriendo xenofobia y que no están pudiendo acceder a sus derechos recogidos en el Tratado de la Comunidad Europea para la Protección de Migrantes, así lo transmitían.
"Hacedlo fuera de Ceuta"
También irrita a estos el argumento de “hacedlo fuera de Ceuta”. “¿Ceuta no es España? ¿Aquí no se pueden llevar a cabo los procesos burocráticos como en el resto de España?”, se preguntan.
“En ninguna norma se recoge que para iniciar este proceso se deba estar en situación irregular y tampoco que Ceuta no sea territorio español y no se pueda hacer aquí”, dicen.
A nivel psicológico y emocional esta situación está creando estragos en este padre e hijo. Viven en un edificio abandonado, sin trabajo, sin comida y a expensas de la caridad.
“La Delegación nos está dando la espalda”, finaliza.
Estos traban más que todos ustedes que estás aquí con el teclado dale que dale
Osease que no tienen trabajo ni dinero,viven en un sitio abandonado?;
Una patata y todo gratis para ellos,pobrecitos que desgraciadotos son que nadie los quiere.
Probar en marruecos a ver si cuela
Nueva serie de Netflix ..
Más cuento que "calleja".
Vaya piden dinero en su país ,no pagan y ahora ienem a ser refugiados,,España ya es de cachondeo
Ahí algo raro, en esta historia.