La inmigración ha vuelto a situarse durante los últimos meses como uno de los temas más recurrentes en el debate político en España y lo ocurrido en la valla de Ceuta ha tenido mucho que ver. En pleno repunte de las llegadas en patera a la península, se produjeron dos entradas masivas a la ciudad que contaron con un espacio destacado en los medios de comunicación nacionales durante julio y agosto. Si bien a lo largo del año la visita de los representantes políticos a Ceuta son excepcionales, en apenas tres días los líderes de los tres principales partidos de derechas en España -Vox, PP y Ciudadanos- visitaron el perímetro fronterizo.
Las discusiones se centran en las personas llegadas desde África. El presidente del PP, Pablo Casado, habló de "millones de africanos" para los que "no había papeles para todos" y Vox utiliza el concepto "invasión", aunque, según el INE, las personas procedentes de ese continente apenas suponen un 12% del total de inmigrantes en España. En concreto, entre 2008 y 2017 llegaron 558.467 inmigrantes africanos; 556.508 abandonaron el país.
"Yo no busco problemas, busco soluciones", argumentó Albert Rivera en Ceuta. Pero, ¿supone la llegada de subsaharianos un problema de importancia para el país? Según expertos en comunicación, la inmigración puede ser utilizada fácilmente como arma partidista y arrojadiza cuando sigue uno de los fundamentos básicos de la propaganda clásica: intentar culpar al diferente.
"Con el migrante, al que no conocemos, es más fácil crear una sensación de desconfianza. Es mucho más fácil hacerlo con alguien que no conoces. Si lo hace un familiar tuyo te cuesta creerlo, pero si no conoces a la persona y te la estoy pintando sólo con trazos negros es más fácil que esto cale". Lo explica Miguel Vázquez Liñán, profesor de Teoría e Historia de la Propaganda en la Universidad de Sevilla. Este investigador percibe un cambio en el método de comunicación de las formaciones políticas: en los últimos años, en España existiría una tendencia a hacer "política partidista" y "exclusivamente electoral" y no de estado. Esta forma de actuar, antes excepcional en momentos previos a las elecciones, ahora se traduce en una propaganda que "no acaba nunca".
El repunte del debate sobre la inmigración, un tema efectista y recurrente, refuerza su teoría. El discurso alarmista de la antiinmigración, explica, siguen las bases de cualquier teoría de la retórica: lanzar un mensaje "simplificado, mentiroso y peligroso". Simplificado porque "reduce una cuestión social compleja en una sola parte: el emigrante visto como un enemigo al que se culpa de los problemas"; mentiroso porque "si acabar con la inmigración fuera posible, que no lo es, nadie puede pensar que esto acabaría con los problemas"; y, a su juicio lo más importante, peligroso, porque el político que lo usa juega con fuego con el único objetivo de conseguir y mantener el poder: "Al explotar emociones muy básicas en la población como son el miedo y el odio a lo diferente, se planta una semilla que se reactivará en cualquier momento y que queda mucho más tiempo que el político de turno".
Este análisis se puede aplicar a proclamas muy concretas. Las más contundentes en los últimos meses han llegado desde Vox, formación que intenta explotar la defensa de las fronteras en su discurso. Una de las más conocidas ha sido recurrente en distintas épocas y países: colocar un muro para sustituir al vallado. Una medida que, según Vázquez Liñán, tiene mucho de "simbólica" para mostrar una separación "más solida": "En absoluto esto puede acabar con la inmigración, entre otras cosas porque la inmensa mayoría llega por aeropuertos".
Desplegar Ejército y a La Legión en la frontera
En su visita a Ceuta, el secretario general de Vox reclamó "desplegar al Ejército y a los Regulares" junto a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como se hizo puntualmente hace una década. A pesar de la efectividad de los GRS, unidad de la Guardia Civil encargada de custodiar el vallado, el planteamiento ganó adeptos tras las agresiones sufridas por los agentes a pie de valla. En el discurso político se usa, explica Vázquez Liñán, con el objetivo de "dar más entidad al tema". Según el experto, involucrar al Ejército en estas labores es una es una forma de decir que "esto va en serio" como cuestión de Estado.
Vázquez Liñán ha insistido en que VOX no ha inventado esta idea. En la guerra contra el narco en México, el presidente Calderón sacó al Ejército a la calle para demostrar que iba en serio en la lucha contra el narcotráfico: "Fue uno de los mayores desastres de la historia del país en términos de lucha contra el narco".
También desde el Gobierno
La inmigración no sólo es utilizada como arma propagandística entre los partidos de la oposición. De hecho, fue el nuevo Gobierno el que, a partir del anuncio de acogida del 'Aquarius' -barco con más de 600 inmigrantes que Italia rechazaba- intentó abrir un debate a nivel europeo para que la Unión afrontara esta cuestión.
"Los gobiernos calculan el tiempo que tienen para ver cuál es el mensaje que quieren transmitir. El que tenemos ahora no sabe muy bien cuánto, pero no parece que vaya a ser mucho. En ese tiempo se han propuesto dar una serie de medidas que sean propagandísticas para dar una imagen de sí mismo que al final es contradictoria. En eso no son diferentes los gobiernos que ha habido en este país", añade Vázquez Liñán. Tras otros anuncios como el de la retirada de las concertinas, el Ejecutivo decidió devolver a Marruecos a los 113 inmigrantes del segundo salto agresivo y masivo del verano a la valla de Ceuta y apoyar el recurso del PP a la condena por las devoluciones en caliente.
Una de las ideas más repetidas por el Gobierno en los últimos meses ha sido la "cooperación con Marruecos". "Si se explicaran los términos demasiado es posible que no nos sintamos orgullosos del tipo de colaboración que tenemos con Marruecos", intuye. "No meteríamos en nuestra propaganda el papel policial que hace Marruecos con los inmigrantes subsaharianos".
El intento de abrir este debate por parte del Gobierno recibió su respuesta: cada campaña de propaganda recibe una contrapropaganda en el mercado de opiniones. "Como encontrar contradicciones en el Gobierno es cualquier cosa menos difícil, esto pasa a diario", añade Liñán.
¡ antes de votar a estos y compañia voto a Arostegui! en otra ciudad seguramente votaría a VOX, aqui NO, esto es muy pequeñito nos conocemos todos y sabes de que pie cogea cada uno, comos mucho en las Europeas contad conmigo.
lo de VOX es como se suele decir , en rio revuelto..... lo tengo bastante claro en la europeas los y las votare, en la presidenciales y locales ni loco!!! mas cuando se sabe ya quien esta detras del partido el presidente del partido Sergio Redondo Pacheco , actual archivero del juzgado poco mas y curiosamente hijo del antiguo cabeza visible de Los Verdes, curioso, no? ademas de ser una persona que trasmite muy poco, despues esta Carlos Verdejo le falta bastante mas fuego y experiencia en unos años se vera, algunos mas muy poco conocidos, y la pareja de el abogado Carlos.A y su Señora Mara, estos hacen encaje de bolillos para tener un poco de protagonismo , ya que creo que han tocado todas las puetas posibles, lo dicho en las europeas seguro, en locales y nacionales para nada.
Los inmigrantes no tienen la culpa, la tienen los gobernantes que lo permiten. Y no todos son santitos. Además vienen con las lecciones muy aprendiditas.
En cuanto a la presencia del Ejército en la frontera , pues claro que sí, como medida disuasoria o defensiva. Ya lo dice el Artículo 8 de la Constitución. Y eso sin desmerecer la gran labor que está haciendo el CNP y la Guardia Civil , que son los primeros en sufrir todos los desmanes que protagonizan los inmigrantes.
" Peligroso" para los del chupiti, ¿no?
Si para ellos porque para los demás es un asunto muy importante, no es ninguna tontería, que ya Estamos hasta las narices de que aquí entre todo el que quiera y nadie resuelva nada.