El mes de mayo trae consigo flores, sol y buen tiempo a Ceuta. Este tiempo definido por el despertar de la naturaleza también está estrechamente vinculado a las cruces, una festividad que comienza a abrirse paso en las casas de hermandades de distintas cofradías.
Los Remedios, la Expiración, la Vera Cruz, Medinaceli y la Amargura han sido las primeras en transformar sus sedes en una especie de caseta. Farolillos, mantoncillos y otros decorados cuelgan por los techos de los locales para darle un toque de alegría a este periodo de celebración.
La coincidencia del día del trabajador con el de la madre ha hecho que este inicio de la tradición sea por todo lo alto. Los representantes de las corporaciones así lo corroboran ya que, en estos últimos días, son numerosas las reservas las que se han efectuado.
Almuerzos y cenas
A partir de este comienzo de mayo, las cofradías ofertan a los ceutíes cenas y almuerzos cada fin de semana. Este domingo los fogones no han cesado y los camareros han ido rápidamente de una mesa a otra para servir a todos los comensales.
El murmullo entre los presentes es más que patente y se funde con el sonido animado de las sevillanas. Sobre las paredes cuelgan folios impresos que imitan a las cerámicas con mensajes llamativos. A pesar de que ya no es la hora punta, aún quedan ceutíes sentados.
Antonio Martí, fiscal de la hermandad, aparece entre un grupo de jóvenes. Ataviado con una sudadera con el escudo de la cofradía, traslada cómo es esta jornada de domingo para los hermanos.
Gran afluencia
“Es una jornada agradable, muy sufrida, pero sarna con gusto no pica. Han venido la mayoría de las familias que están en nuestra cofradía. Hemos tenido hasta mesas de cerca de treinta personas”, señala.
“Es un día muy complicado para nosotros. Hemos tenido que venir preparados hoy, al ataque, pero siempre sin olvidarnos de hacer que la experiencia sea lo más agradable posible; que se sientan como en casa”, expresa.
África Melgar, hermandad de La Expiración, se muestra exhausta. Después de echar una mano en la cocina y de estar durante horas de un lado para otro, por fin, se sienta a descansar junto a otros voluntarios.
“Han reservado todos los sitios. No nos hemos podido sentar. Ahora es cuando vamos a hacerlo los que hemos estado cocinando y sirviendo”, cuenta. “Nosotros abrimos los viernes por la noche y por el mediodía los sábados y domingos. El primer día suele ser más flojito porque para la cena suelen venir menos, pero el resto suele llenarse. Hoy aún más, que es el día de la madre”, menciona.
Excusa para reunirse
Las cruces de mayo se presentan como una oportunidad ideal para recaudar fondos para los cultos y necesidades de las corporaciones. Son también un motivo para impulsar la convivencia entre los hermanos, pero, también la excusa perfecta para que muchas familias salgan de casa y se reúnan.
Teresa tiene una razón de más para compartir un almuerzo especial con sus seres queridos. Celebran el 92 cumpleaños de María. “Hemos comprado una tarta y lo hemos estado festejando”, comenta.
“Es la primera vez que vengo a la casa hermandad de Los Remedios. Hace años estuve en una cofradía. Estos son encuentros con familiares y amigos. Se pasa un rato muy agradable”, manifiesta.
Ambiente de cercanía
Noelia está en la sede de la Expiración no solo para degustar sus tapas, también, para estar junto a sus allegados. “Llevamos ya varios años viniendo porque nuestras niñas, que salen en la virgen del Amor, trabajan en estos días. Ayudan como camareras”, cuenta.
Primos, hermanos y tíos se han congregado en el local de Bermudo Soriano para disfrutar de esta jornada. La buena compañía no falta en esta festividad, pero tampoco la gastronomía.
“Todo es casero, hecho por nosotros. Croquetas, pimientos, tortillas… Y los caracoles, que son elaborados por otro hermano. Tenemos variedad. Adobo, pescado, ensaladillas y demás. La cara es bastante extensa, pero lo que más demandan son los callos, que son una delicia”.
Ya saciada el hambre y engullidos los manjares principales, siempre queda hueco para un postre. Arroz con leche, flanes y otros bocados dulces se ofrecen en esta casa de hermandad.
Parecido a una feria
Las sevillanas, los mantoncillos y los farolillos recuerdan a las ferias, una fiesta que ya ha llegado a otros puntos de España. “Es cierto que son muy parecidas a esta festividad por el ambiente”, detalla Martí. “No faltan las palmas o el gitanerío”, comenta.
Sin embargo, para ellos como corporación, sí que existen diferencias en este mes. “Lo que las distingue es que en mayo nunca puede faltar una imagen de la virgen y una cruz presidiendo el altar”, expone.
El fiscal reconoce que, en los últimos años, se han dado algunos cambios en los Remedios a la hora de conmemorar esta tradición. “Antes, cuando las hacía Cáritas parroquial, existía la costumbre de cantar el himno de Ceuta al llegar las doce”, incide. “Nosotros cantamos la salve rociera”, añade.