El propietario de la unidad industrial de textil en Tánger donde desgraciadamente perdieron la vida varias personas el pasado 8 de febrero ha ingresado, finalmente, en prisión a la espera de completar los procedimientos de investigación que esclarezcan lo ocurrido. Lo anunciaba este miércoles en un comunicado del procurador del rey de Marruecos, Mohamed VI, ante el Tribunal de Primera Instancia de Tánger.
"A raíz de la investigación ordenada por la Fiscalía General para esclarecer las circunstancias del fallecimiento de varias personas en una unidad industrial de textil el 8 de febrero en Tánger, la Fiscalía General presentó una solicitud para realizar una investigación contra el propietario de esta unidad y todos los que estarían implicados en este incidente, por homicidio y lesiones involuntarias y violaciones del Código de Trabajo", indicaba el comunicado.
Tras el interrogatorio preliminar, el juez de instrucción decidió ingresar en prisión al propietario de esta unidad industrial, a la espera de completar los procedimientos de investigación. A raíz del accidente en Tánger en el que murieron unos 28 empleados de una fábrica textil clandestina, en su mayoría mujeres, varios medios marroquíes instaron a las autoridades a investigar los hechos y castigar a los responsables. Los funerales de la mayoría de las víctimas, que perecieron ahogadas o electrocutadas según los primeros indicios, tuvieron lugar anoche tanto en esta como en otras ciudades.
Con sucesos como este asoman historias trágicas como la de una madre que ha perdido a sus cuatro hijas. Esta mujer, que además es viuda, encarna el rostro del azote más cruel de un suceso que ha evidenciado la falta de control en estos trabajos clandestinos. La fábrica donde ocurrió la tragedia se encontraba en el subsuelo de una casa residencial en donde trabajaban 40 personas, la mayoría mujeres. El transcurso de la investigación tratará de esclarecer los hechos y determinar, de una vez por todas, en quién han de depositarse las responsabilidades de la tragedia.