El vecino de La Línea que fue detenido el pasado lunes, tras una persecución de la Guardia Civil con 1,6 toneladas de hachís, ingresó ayer en prisión provisional a la espera de juicio, por su presunta relación con un delito contra la salud pública. El auto de ingreso en prisión fue dictado después de que D.G.M. fuera puesto a disposición judicial, tras pasar la noche bajo control de la Guardia Civil.
La detención, de la que ayer informaba este medio, se produjo en alta mar, a 10 millas de Punta Almina, cuando D.G.M. intentaba escapar con la carga de la droga, contando con apoyo de una segunda narcolancha que se dedicaba a embestir a la Benemérita.
Los ocupantes de esa segunda embarcación fueron los que ayudaron a escapar a los tres compinches del detenido, que huyeron tras arrojarse al agua y subirse a la semirrígida, dándose a la fuga. El Servicio Marítimo debía asegurar la mercancía como prueba del delito, así que se centró en la inmovilización del patrón y el decomiso de los 1.632 kilos.
Operación con resultados
Tal y como explicó el Instituto Armado, la intervención se desarrolló al tener constancia de la presencia de embarcaciones que, por sus características, se dedican al tráfico de estupefacientes. Al aproximarse a la lancha sospechosa los agentes detectaron que efectivamente había fardos que podían contener hachís, como así fue finalmente.
A pesar del acoso ejecutado por los ocupantes de la otra semirrígida implicada, no pudieron abortar la intervención positiva que desarrolló la unidad marítima de este Cuerpo.
Que verguenza y luego nos quejamos...