Ingesa “garantiza” el servicio aéreo e Inaer se ofrece para continuar

La ciudad volverá a contar con una empresa adjudicataria del servicio de transporte aéreo sanitario, pero de momento se desconoce cuál de las interesadas recibirá finalmente el encargo y cuándo comenzará a operar. Ni el Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa)

ni Inaer, la compañía que durante tres años ha ostentado la concesión, pudieron desvelar ayer esas incógnitas. Ambas se limitaron a remitir al nuevo contrato, ahora en su fase inicial de tramitación, e intentaron, además, establecer con claridad sus posiciones: la Administración sanitaria afirmando con rotundidad que el servicio está “garantizado” y la empresa de helicópteros recordando que su trabajo ha concluido, que colaborará durante esta semana pese a haberlo finiquitado y que está dispuesta a reanudarlo si hay acuerdo entre las dos partes.
Llegados a ese punto, el único dato objetivo es que Ceuta no dispone, desde el domingo, de una empresa que gestione de forma oficial las evacuaciones en caso de emergencias sanitarias. Pese a haber concluido su contrato, Inaer se ha prestado a cubrir los posibles traslados urgentes a la península de forma provisional “con el fin de que los ciudadanos de Ceuta no vean mermadas sus prestaciones sanitarias”. ¿Hasta cuándo? Fuentes de la empresa insistían ayer en que colaboración podría limitarse únicamente “a esta semana”, el tiempo que calculan que su equipo tardará en levantar la base en la que han operado desde que asumieron los trabajos en septiembre de 2010.
El Ingesa trató ayer de restar trascendencia a la polémica y de aportar respuestas a una de las principales interrogantes: qué ocurrirá entre la próxima semana, cuando se supone que Inaer podría dejar de prestar esa colaboración temporal, y el momento en el que se adjudique el nuevo contrato, un intervalo temporal que podría alargarse al menos un mes. En un escueto comunicado, el propio director territorial del Ingesa, Fernando Pérez-Padilla, subrayaba que “el transporte sanitario aéreo urgente está y va a seguir estando garantizado” y que pretendía “salir al paso así de ciertas informaciones publicadas en algunos medios”. Además, insistía en que “el concurso del servicio de transporte aéreo aún no está cerrado” y en que “una vez culminen los plazos se informará de la empresa designada”.
Hasta que el nuevo contrato vea la luz,  la solución diseñada por el Ingesa devuelve a la ciudad al escenario previo a la llegada de Inaer. En caso de evacuaciones urgentes se solicitará apoyo al helicóptero de Salvamento Marítimo, con base en Tarifa, o al de Servicios Sanitarios de Marbella. “Se está negociando con distintas empresas para que el servicio no deje de estar prestado ni un solo día”, se limitó a indicar ayer el Ingesa.
Mientras tanto, Inaer subrayaba que ha puesto “todos sus recursos a disposición del Gobierno Autónomo y del Ingesa con el fin de seguir atendiendo a la población ceutí mientras se estudian las alternativas operativas existentes para hacer sostenible este servicio”. Además, sostiene que ha planteado “diversas opciones” a la Administración sanitaria, aunque se negó matizar cuáles, como tampoco desveló si ha presentado su candidatura para hacerse de nuevo con el contrato. Pese a ello, reconoció que está “dispuesta a seguir con las conversaciones, pero será el Ingesa quien finalmente adopte una decisión respecto al futuro de este servicio sanitario”.

La Defensora del Paciente protesta ante la Ciudad por la “inútil” gestión

La polémica provocada por el cese del servicio de Inaer y el retraso en la entrada en vigor del nuevo contrato llegó ayer hasta Madrid. Pese a ser una competencia del Gobierno central y no de la Ciudad, la Defensora del Paciente a nivel nacional, Carmen Flores, trasladó ayer un escrito al consejero de Sanidad y Consumo, Abdelhakim Abdeselam, por lo que considera “irresponsabilidad” en “algo tan importante para la salud y la vida de los ciudadanos”.
Flores se pregunta, en nombre de los usuarios a los que representa, “por qué se ha llegado a esta situación si no es por una inutilidad de prevención y gestión” y confía en que “no haya  que lamentar ninguna desgracia, de la que serán responsables ustedes por no solucionar con tiempo esta situación que ya sabían que se daría, puesto  que el contrato tenía una fecha de extinción”. El mensaje remitido al consejero reclama, de forma “urgente e inmediata”, una solución a “algo que no se tenía que haber producido nunca”, por lo que la institución confía en que su petición “sea atendida por el bien de todos los pacientes de Ceuta”.