El Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) quiere evaluar al detalle el estado del Hospital Militar de Ceuta y de las dependencias que en su interior podrían corresponderle antes decidir si le interesa y con qué objetivo. Hasta se han barajado dos alternativas para ocupar parte de las dependencias que el Ministerio de Defensa piensa abandonar antes de que termine este año: como residencia para los profesionales sanitarios destinados en la ciudad que pudieran estar interesados en un servicio de esa naturaleza y como sede temporal mientras se prolongasen las obras de reforma del Centro de Salud del Tarajal.
Según han recordado las fuentes consultadas por este periódico en la Administración, la primera idea no se ha materializado en nada y parece más que difícil que vaya a hacerlo y la segunda está definitivamente descartada, pues los servicios que se prestan en el equipamiento ubicado junto a la frontera para pasar a ofrecerse en el interior del Hospital Universitario.
El anterior equipo del Gobierno central que comandaba Mariano Rajoy había planteado la posibilidad de, una vez devuelto el Centro de Salud del Tarajal a su emplazamiento original, poner en marcha un nuevo ambulatorio en el actual Hospital Militar.
Antes de tomar cualquier decisión al respecto, los gestores actuales del INGESA quieren conocer técnicamente el estado de los inmuebles, para lo que se prevé la visita de especialistas de los Servicios Centrales.
La impresión que se lleven será clave para decidir si merece la pena acometer el proyecto en el interior de las dependencias de Defensa, que se compartirían con la Ciudad Autónoma y el IMSERSO, o si sería mejor emprender la construcción de una nueva infraestructura en otro suelo.
Otra de las opciones para la clínica castrense ha sido la de residencia médica
En el documento de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado inicialmente por la Asamblea se contempla la ubicación de un nuevo Centro de Salud “en la zona de Benítez, dentro de la necesidad de implantación de una cuarta zona de salud en Ceuta”.
Hace un año parecía completamente seguro que el INGESA, el IMSERSO y la Ciudad Autónoma se repartirían el Hospital Militar y sus cerca de quince mil metros cuadrados de superficie. En diciembre de 2017 incluso se concretó que la Consejería que dirige Adela Nieto se quedaría con unos 2.300 metros cuadrados para, entre otras cosas, dar espacio a asociaciones que carecen de local; que la Administración sanitaria aprovecharía 4.600 para trasladar temporalmente el Centro de Salud del Tarajal; y que el IMSERSO, sin infraestructuras propias en la ciudad, utilizaría unos 7.700.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha dicho que desde sus competencias de gestión de la asistencia sanitaria estaría “dispuesto a valorar el aprovechamiento de infraestructuras que puedan coadyuvar a una mejor atención a la ciudadanía” y a aceptar “fórmulas de colaboración”