Ingesa da la bienvenida a los trece nuevos residentes del HUCE

Trece residentes forman parte de la plantilla del Hospital Universitario de Ceuta desde este martes. Seis enfermeras y siete médicos emprenden este aprendizaje que será determinante para su carrera profesional.

Tres de los MIR no han estado presentes en el acto de bienvenida que se ha organizado para recibirlos a su llegada. Ellos están aún pendientes de que se resuelva un proceso de prórrogas antes de arribar al centro sanitario. Dos de ellos se encuentran actualmente en Colombia y Ecuador, países que dejarán atrás para formarse como especialistas en la ciudad caballa.

Los nuevos integrantes del personal de Ingesa se han presentado ante los asistentes. Procedentes desde distintos puntos de España, esperan completar con ilusión esta etapa recién estrenada. Melilla, Tenerife, Gran Canaria, Málaga o Pontevedra son algunos de los lugares desde los que han aterrizado estos jóvenes. Reduan, Paula o Lucía son algunos de los sanitarios que, con una sonrisa puesta, atenderán a los ceutíes, un proceso repleto de anécdotas, experiencias y aprendizajes.

Algunos de ellos son vecinos de Ceuta que, tal y como han remarcado, tenían el deseo de desempeñar su labor en su tierra natal.

Nervios a flor de piel

Las seis enfermeras residentes han trasladado sus primeras impresiones de la ciudad y, sobre todo, cómo se sienten ante el nuevo reto que les aguarda. “Esperamos de esta experiencia que, en el futuro, logremos ser buenas matronas para traer bebés al mundo y aprender un poco sobre esta profesión tan bonita, tanto en el trato a la madre como lo demás”, han señalado.

“Lo que hemos visto nos ha sorprendido”, han comentado. “Ceuta tiene un estigma de que es pequeña y de que no tiene nada, pero es todo lo contrario. Han confesado estar “un poco nerviosas”, pero, en la balanza, la ilusión cobra mayor fuerza.

Un “hasta pronto”

Julián Domínguez, jefe de estudios de formación sanitaria especializada, y Mohamedi Abdelkader, director médico, han dado la bienvenida oficial a estos residentes no sin despedirse de los que han estado estos últimos años en el centro hospitalario. Abrazos, sonrisas y mucha emotividad han marcado este acto en el que han cerrado un ciclo imprescindible de su trayectoria como sanitarios. Un cálido “hasta pronto” en el que los han obsequiado con un pequeño detalle.

Tres facultativos en medicina de familia, dos en la categoría de trabajo, uno de interna, y otro de preventiva son los residentes que ocuparán sus puestos en el HUCE. A ellos se une un equipo de enfermería, todas mujeres. Cuatro de ellas estarán en el ala de obstetricia y ginecología y otras dos en laboral.

Humanizar la medicina

El doctor Julián Domínguez ha remarcado la importancia de prestar una especial atención a las emociones del paciente y a desarrollar esa faceta, cargada de humanidad y empatía, como médicos.

El médico ha resaltado que, en un presente en determinado por las prisas y en el que las tareas de documentación no dan un gran margen a ver al paciente, y, por ello, invita a estos jóvenes a dejar, por un momento, a un lado la pantalla del ordenador para dialogar con él cara a cara y entender su sufrimiento, sus preocupaciones o su dolor.

Un aspecto que, en palabras de este sanitario, es aún una asignatura pendiente, por lo general, en las facultades. Asimismo, ha destacado la importancia de trabajar al servicio de la ciudadanía y de atender al paciente a nivel emocional. “Se trata de ser buena persona antes que médico”, ha aseverado.

Asimismo, ha hecho hincapié en la importancia de no quedarse con ninguna duda y resolver todas las cuestiones. Domínguez ha animado a los presentes a formar parte de los cargos de mando dentro del área sanitaria de Ceuta. “Necesitamos gente que esté motivada para llevar las directrices de sanidad”, ha indicado.

Otro de los aspectos que ha subrayado es que, a día de hoy, el médico debe estar atento a los cambios constantes que se producen en sanidad. “Se han dado cambios radicales en la predicción y prevención de las enfermedades”, ha comentado. Algunos de ellos, tal y como ha puntualizado, “inimaginables” para él y sus compañeros de clase de aquel entonces.