Un nuevo dolor de cabeza se le presenta al
Ingesa en relación con el concurso público para la contratación del servicio de
transporte sanitario en Ceuta. Son ya varios meses los que lleva abierta la licitación y aún no se ha producido una decisión definitiva. Recordemos que se abrió el pasado mes de octubre el plazo para la presentación de ofertas y desde entonces se han estado analizando las distintas ofertas presentadas por las empresas licitadoras.
El pliego de prescripciones técnicas del concurso público, elaborado por el Ingesa, para la contratación del servicio de transporte sanitario en Ceuta, establece una serie de requisitos técnicos y sanitarios que deben cumplir las ambulancias que las empresas licitadoras interesadas están obligadas a ofertar. Entre otros requisitos, el pliego de prescripciones técnicas establece que todas las ambulancias habrán de tener 3 asientos delanteros en la cabina de conducción y, en el caso de las ambulancias clase A2 o colectivas, deberá ser un vehículo tipo furgón con capacidad máxima de 9 plazas, debiendo tener el habitáculo sanitario 7 asientos confortables y reclinables, dotados de cinturón de seguridad. Según informe elaborado por expertos en carrozados de ambulancias, el diseño requerido por el Ingesa en el pliego de prescripciones técnicas es incompatible con las especificaciones de la Directiva Comunitaria de aplicación. De hecho, la fabricación de ambulancias con la configuración requerida por el Ingesa sería de ejecución ilegal ya que no se podría certificar como vehículo ambulancia. En consecuencia, ninguna de las ambulancias ofertadas por las licitadoras cumplen la configuración requerida en el pliego de prescripciones técnicas, por lo que el Ingesa debería proceder a anular el concurso al pedir una configuración de ambulancias que no cumplen la normativa de aplicación y porque ninguna de las dos empresas han ofertado ambulancias con los requerimientos exigidos en dicho Pliego. Por tanto, se abre un período donde no tendrán más remedio que paralizar la licitación y poner al día el pliego de prescripciones técnicas para comenzar de cero. Porque ir en contra de las indicaciones de la propia Unión Europea no es de recibo y tampoco sería normal que estuvieran circulando ambulancias que no podrían obtener la certificación.