Ceuta y Melilla serán protagonistas principales el próximo 1 de junio en la sede del Parlamento europeo en Bruselas, donde se celebran las reuniones de sus comisiones, de los grupos políticos y las sesiones extraordinarias. Allí se presentará la auditoría que el eurodiputado español Jordi Cañas ha encargado a una de las principales consultoras del mundo (concretamente a ‘Ernst & Young’, según las fuentes consultadas por El Faro) sobre los tres grandes retos que encaran a nivel europeo: las ventajas e inconvenientes que para las ciudades autónomas tendría la permanencia, supresión o revisión de la excepcionalidad en el Tratado de Schengen que ha permitido hasta ahora a los marroquíes residentes en la provincia de Tetuán (o Nador) entrar sin visado; sobre los perjuicios o beneficios que conllevaría solicitar la integración en la Unión Aduanera; y sobre las posibilidades de alcanzar en la UE un estatus “asimilable” al de las Regiones Ultraperiféricas (RUP).
“La idea es visibilizar Ceuta y Melilla en el corazón de Europa”, resumió ayer Cañas la idea con la que ha elegido la sede de la Eurocámara en la capital belga para dar a conocer las conclusiones de un informe que ha financiado gracias a los fondos que la institución comunitaria pone a disposición de sus miembros para solicitar dictámenes especializados.
Tras ese acto cree que sería conveniente organizar jornadas de trabajo en la ciudad para ampliar el debate y la participación sobre los asuntos objeto de estudio, ya que “desde lejos parece que las decisiones de Ceuta y Melilla casi siempre se han tomado desde fuera y para que sus sociedades ejerzan como palancas de cambio deben tener elementos de juicio”.
Su objetivo ha sido, tal y como explicó a este periódico en febrero, cuando las restricciones por la pandemia impedían aún fijar la fecha de presentación de la auditoría, “contar con un estudio aséptico y objetivo de los pros y contras, sin la voluntad de llegar a una conclusión en un sentido u otro, para tomar decisiones que sin duda tendrán costes y beneficios que es preciso conocer para valorarlos, asumirlos y, en su caso, corregirlos”.
Cañas impulsó en junio del año pasado tras la crisis migratoria de mayo en Ceuta el espaldarazo más fuerte que la UE ha dado a la soberanía española de la ciudad con una resolución en la que el Parlamento europeo dejó claro por amplísima mayoría (los ultraderechistas votaron en contra) que la del Tarajal “es una frontera exterior de la Unión cuya protección y seguridad concierne a la Unión en su totalidad”.
“Cuando cojo un tema me gusta seguirlo y más allá de la situación del año pasado y del conflicto por la soberanía que Marruecos esgrime creo que Ceuta y Melilla necesitan una agenda positiva, no ser objeto de atención siempre por problemas, algo que termina generando una imagen muy distorsionada de la realidad”, ha contextualizado su iniciativa.
Cañas está empeñado en que Ceuta y Melilla entren en cualquier debate que la UE promueva sobre África, que la Unión “tenga en cuenta que tenemos dos puertas europeas en ese continente para canalizar inversiones o cualquier otra opción”.