Un operativo de las fuerzas de seguridad en Tánger, llevado a cabo este sábado 1 de febrero, resultó en la incautación de aproximadamente 700 kilos de carne en mal estado destinada al consumo. Esta intervención, que forma parte de una serie de acciones de control y prevención, se produjo luego de una investigación que reveló prácticas ilegales relacionadas con el manejo y distribución de productos cárnicos de origen clandestino.
Según una fuente de seguridad, la operación estuvo a cargo de la Brigada de Policía Judicial de Tánger, quienes tras recibir información precisa, lograron identificar una carnicería ubicada en el barrio Jirari como uno de los puntos de distribución de carne proveniente de matanzas no autorizadas. Esta carne era distribuida a gran escala en distintos puntos de la ciudad, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
La redada realizada en la mencionada carnicería permitió la incautación de cerca de 700 kilos de carne que, según los informes iniciales, se encontraban en condiciones insalubres. La carne decomisada no solo presentaba un estado visible de descomposición, sino que también había sido almacenada de manera inapropiada, sin cumplir con los estándares básicos de higiene y seguridad alimentaria.
Las autoridades han confirmado que los productos cárnicos eran transportados desde diversas aldeas rurales en las afueras de Tánger. Este transporte se realizaba en vehículos que no cumplían con los requisitos sanitarios, lo que aumentaba considerablemente los riesgos de contaminación. Además, la carne no estaba debidamente refrigerada, lo que aceleraba su descomposición y la convertía en un grave peligro para la salud pública.
En el marco de esta operación, se procedió a la detención de una persona, quien fue puesta a disposición de las autoridades competentes para que se inicie el proceso judicial correspondiente. La carne incautada fue entregada a la Oficina Regional de Seguridad Sanitaria de Productos Alimenticios, que se encargó de su correcta eliminación para evitar su distribución en el mercado.
Esta acción policial forma parte de una serie de operativos que la Gendarmería Real y la Policía Nacional han intensificado en las últimas semanas. Desde hace aproximadamente dos semanas, se ha incrementado el control en varios mercados y establecimientos comerciales de la ciudad, con el objetivo de frenar la venta de productos cárnicos no autorizados o en mal estado. Además, se han implementado técnicas de vigilancia encubierta para detectar el transporte ilegal de carne desde las zonas rurales hacia la ciudad.
El Ministerio de Salud y las autoridades locales han señalado que estas medidas buscan proteger la salud de los ciudadanos de Tánger y de las áreas rurales cercanas. La venta y consumo de carne en mal estado puede ocasionar graves intoxicaciones alimentarias, por lo que este tipo de operativos son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria en la región.