Amigo Pepe, me he enterado que has regresado a tu hogar, que has subido al Cielo.
Regular y Legionario, pero, ante todo, hijo de Dios, ser humano.
Tu amable sonrisa te hacía cercano a todos, mostrando la generosidad de tu corazón y la hospitalidad de tu noble alma.
Artista con la música y la fotografía plasmada en ese maravilloso reportaje que forma parte de mi historia. Saltaste el Estrecho con tu pintura para coronarte en Benalmádena con un cartel procesional reflejando la luz y la Fe.
Atemporal, sacado de cualquier siglo, reflejo de una caballerosidad y elegancia que unió pluma y espada y abrió a España las puertas del mundo.
De tí me quedo tu espíritu de sacrificio, de entrega y de lucha , llevado en silencio y alegre, como solo hacen los bravos.
Que vacía queda Ceuta, esa avenida que cada mañana llenabas con tu presencia del brazo de tu amada e inseparable Menchu,…que vacía se queda.
Descansa en Paz Pepe, colega , compañero, amigo .