El IMIS (Ingreso Mínimo de Inserción Social) de la Ciudad Autónoma de Ceuta es incompatible con la percepción del Ingreso Mínimo Vital que aprobó la semana pasada el Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez.
Destacar que en su propio reglamento el IMIS indica que es totalmente incompatible su cobro con cualquier otra ayuda sea privada o estatal.
Varias formaciones políticas de nuestra ciudad señalan que por parte del Gobierno autonómico se debería establecer un sistema para que los ciudadanos que perciben el IMIS tengan derecho también al IMV, a la vez que resulta que se debería establecer que por parte de la Consejería de Asuntos Sociales se estableciera una oficina para ayudar a todas las personas que tengan algún tipo de problema a la hora de preparar la documentación, la cual se puede entregar a partir del próximo 15 de junio.
Es el MDyC quien más ha insistido sobre este particular, mientras que el PSOE ha sido quien ha abierto sus cuatro oficinas en Ceuta para que quienes lo deseen acudan para que se les asesore a la hora de solicitarlo.
Por otro lado, cabe destacar que la percepción por el IMIS es inferior a la que se percibirá por el Ingreso Mínimo Vital. En el caso de la ayuda que se ofrece por la Ciudad Autónoma de Ceuta es de 425 euros mientras que el la menor del IMV es de 462 siempre que el grupo familiar nada más que esté compuesto por una personas. A partir de ahí se va incrementando en función del número de componentes de la unidad familiar.
Otra de las diferencias entre el IMIS y el IMV es que para el primero se obliga a los perceptores a que realicen una serie de cursos de preparación, de distinto tipo, para que los mismos tengan algún tipo de formación para acceder al mercado laboral.
De todas maneras, está claro que esa dualidad entre el IMIS y el IMV todavía dará mucho que hablar en las próximas semanas porque se producirán cruces de opiniones entre las diferentes fuerzas políticas. Una polémica como la que ya tienen PSOE y Vox.
Del IMIS a los Planes de Empleo como camino
Han sido muchos los ciudadanos de Ceuta que percibiendo el IMIS pasaban luego con posterioridad a los Planes de Empleo de la Ciudad Autónoma. Como es lógico, mientras desarrollaban ese trabajo en los Planes de Empleo no tenían derecho a seguir con el IMIS aunque luego regresaban si no encontraban un empleo laboral, circunstancia que era muy difícil porque la preparación de esa persona era bastante baja.
Normalmente, la partida de la Ciudad Autónoma para el IMIS siempre ha estado alrededor del medio millón de euros aproximadamente en cada presupuesto.
Subscribo todo lo dicho, Omar, y añado que el problema de las subvenciones deriva en robarle a los ciudadanos:
-La ilusión por evolucionar en la vida.
-La recompensa por el esfuerzo realizado.
-La motivación por mejorar.
-La libertad.
Porque crear subvencionados del gobierno para mal vivir es igual a votos.
Y no me creo que con todo lo que se lleva invertido, durante décadas, en intentar paliar (y no conseguir) las carencias básicas de los ciudadanos, digo, no me creo que no se pueda montar una infraestructura suficiente para crear empleo
Mucho más podría decir sobre éste tema pero estoy taaaan cansado ya.
¿Por qué me da la sensación de que en Ceuta, el Gobierno local y los partidos reprensentantes a nivel nacional que gobiernen no buscan soluciones verdaderas, sino temporales? Quizás porque sea cierto. Como dice el artículo, tenemos gente que vive directamente del Estado, pasando de los Planes de Empleo al Ingreso Mínimo de la ciudad y al revés. Se ha generado una red clientelar por la que ahora luchan los dos partidos principales, y que saben que será fundamental en las próximas elecciones.
Pero ¿cómo hacer que la ciudad sea interesante para crear en ella industria y trabajo sostenido en el tiempo, evitando el clientelismo y fomentando el que cualquier ciudadano pueda trabajar dignamente? Aún recuerdo de las Reglas de Origen, que iban a ser la panacea de un puerto franco venido a menos, y que solo quedaron como aguas de borraja. Ahora llevan años insistiendo en que el turismo será el nuevo salvador de nuestra ciudad, cuando aun siendo hermosa e interesante, tenemos poco que ofertar -o al menos nuestros servicios aún no están a la altura del sector turístico internacional-.
Este es un pensamiento difícil, pero de lo que no cabe duda es que sin el interés de todos -gobiernos, instituciones y ciudadanos-, nada va a cambiar para bien en nuestra ciudad.